Mal comienzo de semana para el baloncesto vasco. La Euroliga y la Champions League regresaban para Baskonia y Bilbao Basket a domicilio, y se cosecharon sendas derrotas. Los alaveses estuvieron en todo momento en partido para acabar cediendo en la cancha del colista Olimpia Milano (89-83) y los vizcaínos volvieron a mostrar una imagen impropia ante el Murcia (90-72).
La escuadra baskonista desaprovechó una magnífica ocasión de sumar un triunfo que tiene toda la pinta que a la italiana no le va a servir para acceder al Top8 teniendo en cuenta la condición de farolillo rojo de la clasificación que venía arrastrando antes de jugar anoche. Y es que, en el mejor de los casos cuando se cierre esta jornada 22, Ettore Messina y sus hombres, que llevaban cinco partidos consecutivos perdidos, no quedarán a menos de cuatro partidos del octavo.
Cinco de los últimos partidos son derrotas
De lo más frustrante resultó la velada en el Mediolanum Forum porque a un mal comienzo (8-2) le siguió una reacción comandada por un notable Darius Thompson, que anotaba diez puntos a lo largo del primer cuarto. Pero faltó constancia y sobró tanta intermitencia, y siempre se estuvo a remolque en el luminoso. Llegados al momento de la verdad tras hacer una y otra vez 'la goma' los lombardos estuvieron más atinados y dieron por buena la ventaja de seis puntos con lo que llegaron al bocinazo final.
El capitán Rokas Giedraitis fue el azulgrana más entonado. 18 puntos y 6 rebotes para conseguir una valoración de 24 en un choque que sirvió de estreno para la ultima adquisición gasteiztarra, el base californiano Max Heidegger, que firmó en nueve minutos una discreta actuación. En el bando local, Luwawu-Cabarrot, con 17 puntos, y el exBaskonia Voigtmann, con 16, se convirtieron en dos martillos pilones.
Con este revés, y aunque se siga en una posición que para sí muchos quisieran, comienza a complicarse seriamente la posibilidad de llegar a los cuartos de final, y con ello, al gran sueño de estar en la Final Four de Kaunas el próximo mes de mayo. Así lo constatan cinco derrotas en sus seis últimas actuaciones, cuatro de ellas encadenadas a domicilio.
Esta mala racha coincide con que los rivales directos siguen espabilando. Valencia y Partizán sí supieron aprovechar el martes ganando a Bayern y Villeurbanne, respectivamente. En esta semana de triple esfuerzo llegará el segundo el viernes (20.30 horas) en el Buesa Arena frente a un Panathinaikos que esta noche visita al Real Madrid en el WiZink Center y que ganara (98-83) a Baskonia en Atenas allá por el 11 de noviembre, cuando aún aquella gran racha de doce partidos no había comenzado.
De mal en peor
Y si lo de Euroliga no fue bien ayer, lo de Champions aún resultó peor. Bilbao Basket no pudo ni supo competir ante un rival de su nivel. Eso es lo que al menos reza la tabla en la Liga ACB. Desde el salto inicial el Murcia mostró una insultante superioridad en su desangelado Palacio de los Deportes, y hasta podría considerarse un mal menor la desventaja final de 18 puntos, porque a falta del último cuarto la treintena estaba cerca con un sonrojante 74-47.
Quién sabe si el basket average, aún siendo una diferencia muy a tener en cuenta, puede acabar teniendo su incidencia en una liguilla tan corta después de que levantaran el pie del acelerador los de Sito Alonso. El extécnico de negro se tomaba de esta manera cumplida revancha del 99-81, también 18 puntos, encajado tres semanas atrás en Miribilla.
Jeff Withey, con 13 puntos, y Francis Alonso y Xavi Rabaseda, con 11, se mostraron como los más incisivos ante el aro murciano.
Un Jaume Ponsarnau de nuevo con cara de circunstancias aseguraba que McFadden había resultado decisivo en un segundo cuarto que llevó el partido a un imposible. "No teníamos buenos feelings en el partido, pero ya parecía que podríamos empezar a jugar. Pero nos ha roto, nos ha generado estrés y claramente ese momento ha decidido el partido".
Esta segunda jornada de grupo se completa esta tarde (18 horas) con el emparejamiento de Estambul entre el Darussafaka y el Canarias de Txus Vidorreta.