Baskonia, ¿el octavo pasajero?

El baskonismo se juega esta noche (20.30 horas), y en casa, su supervivencia en esta edición de la Euroliga. A diferencia de hace un año, no es en el Pireo ni se depende de nadie que juega más tarde. Es todo a una carta, en el punto final de este play-in recién instaurado en la competición. El Buesa Arena asiste a la moneda que echan al aire el conjunto azulgrana y la Virtus de Bolonia en cuarenta minutos tras una larga travesía de 35 partidos previos.

Los baskonistas llegan con un serio desgaste físico y mental añadido al duro correctivo recibido el martes en Belgrado. Un juguete roto a mano del Maccabi, que cumplió con su rol de séptimo aprovechando el factor cancha. Todo lo contrario que el Efes, incapaz en Estambul de doblegar a los pupilos de Luca Banchi, que recobran el aliento y parte del ánimo después de no sumar un solo triunfo europeo desde febrero.

De algo ha de servir la victoria conseguida hace siete días en el Virtus Segafredo Arena por 91-95. Entonces salió cara después de sudarlo de lo lindo. Hoy no parece ser distinto. Todo se va a hacer necesario para ganar esta final y acceder a unos cuartos de final donde al ganador le aguarda el enemigo más áspero que uno se pueda encontrar, aunque el Real Madrid ha vuelto, hace un par de semanas, a doblar ante el Baskonia la rodilla en el WiZink Center. Todo, también el incesante apoyo de una afición que, sin excepción, ha tenido que rascarse el bolsillo, entre 11 y 35 euros, para no perderse estos singulares octavos de final.

Ivanovic: "El equipo está bien y tiene que estar bien"

Una vez más, Belinelli y Shengelia concitan la mayor parte de la atención en la escuadra transalpìna, y para pararles los pies, en especial al que fuera capitán baskonista, Dusko Ivanovic tiene ante sí el reto de suplir al ausente Moneke tras su torcedura en el tobillo izquierdo del martes en la capital serbia. Chima secó a Toko, pero no le valen lamentaciones. Y además el montenegrino resalta que, pese a la última bofetada recibida, "el equipo está bien y tiene que estar bien. Hemos luchado todo el año en Euroliga, para tener esto: depender de nosotros, jugar en nuestra casa, y con nuestro público, ganar".

Los cuartos esperan para esta próxima semana y únicamente resta por conocer al último pasajero, que se cruzará con el trasatlántico blanco ante de que llegue la Final Four, a jugarse en Berlín entre el 24 y el 26 de mayo. Las otras tres eliminatorias ya están definidas con los duelos Panathinaikos-Maccabi, Mónaco-Fenerbahçe y Barcelona-Olympiacos. Baskonia quiere volver a estar en el olimpo de los dioses del basket continental.