Recta final de la fase regular de la Euroliga. Cuatro jornadas para conocer qué ocho clubes acceden a esa eliminatoria previa a la Final Four del próximo mes de mayo en Kaunas. Y la última plaza está muy peleada, en principio por dos equipos, aunque se extiende la pelea hasta cinco, porque otros tres están a un solo partido. Baskonia afronta ahora tres encuentros consecutivamente en el Buesa Arena, comenzando esta noche (20.30 horas) por la visita del Alba Berlín.
Tras tres derrotas encadenadas, la última en Belgrado, y diez en los últimos catorce choques han propiciado esta situación de margen de error 'cero' para un conjunto, el azulgrana, que llegó a tener hasta tres puntos de distancia con respecto al noveno y peleando por el liderato. Llegar al play-off pasa por no tropezar en casa ante el rival alemán, el Fenerbahçe este viernes y el Lyon-Villeurbanne la próxima semana.
Se depende de sí mismo, entre otras razones porque, como cabía esperar, Zalgiris cayó en Estambul y Valencia en Mónaco, pero no va a haber muchas más concesiones ajenas, aunque ya se va a saber, mientras se está jugando, qué ha hecho el equipo lituano ante el Mónaco y lo que depara el Efes-Milán, que ya va a dejar fuera al que pierda. Para mañana queda el Estrella Roja-Valencia.
El Alba llega sin presión porque nada se juega al ser penúltimo en la tabla, pero siempre demuestra su alto nivel de exigencia y competitividad. Viene de deshacerse precisamente del Efes y una de sus únicas nueve victorias data del punto final a la primera vuelta, cuando Baskonia perdía 85-84 en el Mercedes-Benz Arena, diciendo así adiós a aquella racha de doce compromisos seguidos sin perder.
Por tanto, se le tienen ganas a la escuadra germana que entrena Israel González, un Alba que guarda grato recuerdo del Buesa por aquella Final Four jugada en la Eurocup de 2010 pese a perder en la final ante el Valencia. En semifinales tumbó a aquel gran Bilbao Basket que preparaba Txus Vidorreta.
Con la merma del una vez más ausente Tadas Sedekerskis, Joan Peñarroya confía en competir y lograr un triunfo que se antoja vital ante la afición azulgrana, en la que confía como el sexto jugador del equipo en pista. "Nuestra gente se lo pasa bien. Se divierte y el equipo responde así porque nos lleva hacia adelante. No tengo ninguna duda que va a estar con el equipo", comenta el técnico de Terrassa.