Baskonia sigue a lo suyo. Esta fase regular se acerca al sobresaliente, con apenas cinco derrotas en 32 partidos jugados. Quedan dos para acabar y determinar los cruces para las rondas que van a decidir el título liguero de esta temporada, y el último éxito que celebrar llegó ayer tarde en una plaza donde había una cuenta pendiente, ya que en febrero se decepcionó en la Copa. Pero esta vez, el Olímpic de Badalona se rindió a sus encantos y el Joventut cedió por 77-86.
Con este marcador se alcanzan los 150.000 puntos en la ACB y no se alcanzaba una racha victoriosa así desde la temporada 2008-2009.
El choque empezó torcido. El quinteto inicial elegido por Joan Peñarroya no carburaba lo suficiente, como le delatan los 28 puntos encajados en el primer cuarto. Siete abajo que fueron seis al descanso, 45-39. A partir de ahí, la reacción no se hizo esperar más, al extremo de superar con claridad en todas las facetas del juego a la Penya, que veía impotente la aportación de tres elementos baskonistas decisivos.
En el lado negativo, Enoch, Hommes y Sedekerskis no tuvieron su día. En el positivo, el todoterreno Rokas Giedraitis volvió a su gran nivel, con 23 puntos, 9 rebotes y 32 créditos, 25 puntos de Markus Howard y el gran descubrimiento del técnico catalán con la reubicación de Matt Costello y su sólida actuación en el poste bajo.
En el bando local, Carles Durán contemplaba cómo sus hombres no podían evitar la quinta derrota consecutiva. Elementos básicos en el buen trabajo de la escuadra verdinegra, como Kyle Guy o Ante Tomic, quedaron reducidos a una escasa versión.
Peñarroya: "Hemos cortado la sangría en el poste bajo y tenido paciencia"
Peñarroya reconocía las dificultades tras darse una puesta en escena no deseada. "Un inicio en el que hemos ido muy por detrás, nos han dominado en energía y ritmo. Hemos ido mejorando en defensa, no hemos dejado que nos hicieran esa sangría desde el poste bajo y en ataque hemos tenido paciencia y movido más el balón".
El Barcelona aún no ha jugado, recibe esta tarde a Obradoiro. Si no hay sorpresa, llegará al Buesa Arena este domingo empatado con Baskonia al frente de la tabla, con menor tiempo de recuperación y pensando en la Final Four de Kaunas y el Real Madrid. Está en este frente y en el de la Euroliga, y para bajar el telón al calendario doméstico, que no al curso porque queda lo mejor, restará la próxima semana el Murcia en el Palau y la visita vitoriana a Girona. Está en juego cruzarse en el play-off de cuartos de final con el Valencia, que aunque luego pueda no significar nada en la pista, ha sido menos constante que el séptimo, ahora mismo el propio Joventut.