El popular youtuber David Cánovas, conocido en las redes sociales como 'TheGrefg', mantiene una pugna judicial con una anciana de ochenta años que reside en uno de los pisos de su propiedad en Escaldes (Andorra).
Cánovas es propietario de Grefito SLU, una empresa inmobiliaria que adquirió un bloque de pisos en Escaldes hace más de tres años con la intención de renovarlo para su posterior arrendamiento. Para ello era necesario desocupar el inmueble y todos sus inquilinos fueron abandonándolo excepto la mencionada anciana.
Desde entonces, la firma, que el propio Cánovas asegura en redes sociales que no administra ni gestiona, inició un procedimiento judicial de desahucio para obligar a la anciana a abandonar lo que el mismo youtuber define como una "ocupación abusiva".
Según 'TheGrefg', se trata de dos pisos conjuntos de 130 metros cuadrados habitables, dos boxes de un total de 90 metros cuadrados y un trastero de veinte metros cuadrados más, que la vecina utiliza "con pretensiones fuera de lugar".
Las declaraciones de Cánovas se hicieron públicas anoche a través de sus cuentas de las redes sociales después de la polémica levantada por el diario andorrano Altaveu, que publicó que la mujer, según denunciaba ella misma en el medio, sufría acoso inmobiliario por parte del youtuber.
En el mencionado rotativo andorrano, la anciana aseguró que llevaba cuatro años viviendo en un piso sin sistema de climatización, sufriendo amenazas constantes, y denunciaba que la firma inmobiliaria inició el proceso de desmantelamiento del edificio sin tener en cuenta su presencia allí.
Obviando las condiciones en que reside la anciana, David Cánovas asegura en su comunicado que la mujer "no vive en esa propiedad, sino con uno de sus hijos en otra Parroquia (distrito) de Andorra" y que "lo que se está publicando no se corresponde en absoluto con la realidad".
En cualquier caso, según la firma inmobiliaria, la inquilina no ha pagado ningún alquiler durante más de tres años y recuerda que los jueces estimaron en su momento la demanda de desahucio. Sin embargo, el proceso judicial sigue abierto en segunda instancia porque la mujer recurrió.