Hace pocas semanas el batzarre del pueblo de Elizondo certificaba oficialmente lo que todos esperaban, que este año tampoco se celebrarían las ferias de otoño. La mayoría de la gente sintió pena, pero no se extrañó.
Pocos días más tarde se levantaron las restricciones, y el alcalde Aitor Bazterrika y sus kargodunes decidieron organizar algún acto coincidiendo con la fiesta local de Baztan. Tenían claro que no podían celebrar las ferias como hasta hace dos años, pero decidieron festejar una jornada festiva, más local y en pequeño formato.
A contrarreloj, pero con ganas e ilusión, organizaron la jornada de ayer, una jornada de ferias que mantuvo la esencia de siempre, con la feria de ganado en Merkatu Zelai, con decenas cabezas de ganado vacuno, ovino y caballar, que atrajo a cientos de personas, como antaño. En la plaza de laxoa colindante, la última gama en maquinaria agrícola hizo las delicias de profesionales y curiosos, que admiraron las joyas de cada taller.
Tampoco faltaron los puestos ambulantes. Antes de la pandemia, más de 200 puestos abarrotaban las calles del pueblo, puestos en los que se podía encontrar de todo, desde fruta, dulces, ropa de abrigo, utensilios de cocina o aparatos electrónicos. En esta ocasión, fueron alrededor de 30 puestos los que se instalaron en la Plaza de los Fueros, puestos de artesanos y productores de la zona, que acogieron con muchas ganas la feria. Además, varios comercios de Elizondo también sacaron sus productos a las calles, calles que se llenaron de gente del valle pero también de la comarca. No faltó gente de diferentes puntos de Euskal Herria, aunque no hubo tanta gente como antes, fueron muchísimos los que se acercaron, sobre todo por la mañana a Elizondo.
También hubo exhibición de aizkolaris en el frontón Iriarte y festival de pelota en el frontón Baztan, sin olvidar el gran ambiente que se respiraba en bares y restaurante, repletos de clientes con hambre y sed de fiesta.