BBVA continuará colaborando "estrechamente" con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) después de conocerse que el organismo ha llevado a fase dos el análisis sobre la concentración que supondrían la OPA y fusión que la entidad quiere lanzar sobre Sabadell.
"BBVA continuará colaborando estrechamente con la CNMC para culminar cuanto antes el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente", han trasladado fuentes del banco a Europa Press.
Tal y como la entidad ha recordado en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la aprobación por la CNMC de la operación (que se compone de la OPA sobre el 100% de Sabadell y una posterior fusión) es una de las condiciones a las que está sujeta la eficacia de la OPA.
Además, la operación está condicionada a la aprobación de la Autoridad de Regulación Prudencial de Reino Unido, la ampliación de capital por la junta de accionistas --requisitos que obtuvo en septiembre y julio, respectivamente-- y a alcanzar un nivel de aceptación del 50,01% de los accionistas de Sabadell una vez se lance la OPA.
RIESGOS
BBVA ya ha recogido posibles riesgos en un folleto de la OPA que ha remitido a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés), donde sus títulos cotizan a través de ADRs, unos certificados que permiten a los valores extranjeros cotizar en la bolsa estadounidense.
A finales de julio, el banco reconoció el riesgo de tener que parar la OPA en caso de recibir un 'no' por parte de la CNMC antes de que finalizase el periodo de aceptación la oferta, mientras que en octubre detalló qué pasaría en caso de que se cerrase el periodo de aceptación de la oferta sin tener la autorización de Competencia.
En primer lugar, explica que en esta situación no podrá ejercer los derechos políticos asociados a las acciones de Sabadell, aunque sean de su propiedad, hasta conocer la postura de Competencia.
En segundo lugar, detalla que, en caso de que la CNMC prohíba la fusión, BBVA deberá vender toda o parte de su participación en Sabadell en los términos que estipule la propia autoridad de competencia. Además, sería el propio organismo el que dictase el porcentaje de acciones sobre el que BBVA no podría ejercer sus derechos o tuviese que vender.
La otra posibilidad es que la CNMC apruebe la concentración de los dos bancos, pero sujeto al cumplimiento de condiciones, ante lo que BBVA estaría obligado a cumplirlas o a vender una parte o toda la participación en el banco.
PLAZOS
De haberse aprobado ahora por parte de la CNMC, la OPA habría seguido el calendario marcado por BBVA, donde se estimaba un tiempo de entre seis y ocho meses para lograr todas las autorizaciones para lanzar la OPA y cerrar la fusión a mediados de 2025.
Sin embargo, con el paso a segunda fase, la operación puede alargarse. De hecho, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, señaló a mediados de octubre que llegar a fase 2 el calendario "se puede extender varios meses más, hasta bien entrado el primer trimestre de 2025".
Además, podría generar un problema en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), encargado de analizar y aprobar el folleto para los inversores de la OPA. El presidente del supervisor, Rodrigo Buenaventura, ha comentado en varias ocasiones que los inversores tienen dos derechos cuando se trata de una OPA: que se lance lo antes posible o contar con la mayor parte de la información posible.
"Tenemos un problema de tiempos frente a la completitud de la información. Tenemos que evaluar cuáles son esos dos objetivos, cuál pesa más en cada momento y monitorizar el proceso para decidir cuando se debería producir la aprobación una vez el proyecto [o folleto] esté completo", afirmó a mediados de octubre en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados.
Por otro lado, esto también afectará a la evolución del canje, puesto que, como ya ha pasado a principios de octubre, BBVA tendrá que ir modificando el precio a pagar a los accionistas de la OPA en función de los dividendos que den tanto Sabadell como el propio BBVA.
Cuando Sabadell decida repartir dividendos, BBVA tendrá que ajustar el canje en acciones, mientras que si es el banco presidido por Carlos Torres el que remunera a sus accionistas, el ajuste se aplicará con un aumento del pago en efectivo.