El director general de BBVA España, Peio Belausteguigoitia, considera un “escenario remoto” que el Gobierno español no apruebe la fusión con Banco Sabadell, por lo que es optimista respecto a que la operación finalmente salga adelante.
En una entrevista con La Vanguardia, Belausteguigoitia explica que, tras la aprobación por parte de los accionistas de BBVA de la ampliación de capital necesaria para hacer la operación, la entidad sigue trabajando con organismos cuya aprobación es necesaria.
Es el caso del Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), tras lo que vendría la apertura del plazo de aceptación por parte de los accionistas del Sabadell, recuerda. “Que no se vaya a aprobar la fusión para nosotros es un escenario remoto”, asegura, pese a que el ejecutivo español ya ha mostrado su rechazo a esta operación, cuya oferta califica des “muy atractiva”.
También cree que el dividendo de 2.900 millones anunciado por el Sabadell no obliga a una elevación de la oferta del BBVA, porque los resultados presentados por el banco catalán están en línea con lo previsto.
Sobre la preocupación de las pymes por las consecuencias que podría tener la fusión, Belausteguigoitia dice que BBVA es un “gran banco de pymes”, con una presencia y con un conocimiento importante del tejido empresarial catalán; y precisa que el banco resultante sería capaz de conceder créditos de 5.000 millones de euros más al año. En su opinión, el mercado financiero español “es, ha sido y será muy competitivo”, y resalta que con la fusión de CaixaBank y Bankia “de tamaño más importante que ésta, no se ha resentido el crédito”, por lo que espera que la operación se resuelva en condiciones similares a compras precedentes. Asimismo, destaca que BBVA y Sabadell ya hicieron sus reestructuraciones en el año 2021 y 2022, con lo que las sinergias de la operación están más basadas en reducción de gastos tecnológicos y generales.
Reticencias
Por ello, afirma que la cifra de que sobrarían 6.000 empleos, como se ha apuntado, “es elevada” y que seguramente el análisis se ha hecho con referencia a operaciones anteriores que no tienen nada que ver con ésta.
No obstante, para el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, el mayor obstáculo para la fusión es, a su juicio, “el riesgo de exclusión financiera y el de reducción del crédito para las pymes”. Otro de los problemas que se ha achacado desde el Gobierno español es la falta de competencia en el mercado estatal, situación que Cuerpo describió como perjudiciales en la operación BBVA-Sabadell.
En opinión de Carlos Cuerpo, el mercado estatal ya presenta una baja competencia bancaria, que sufren los clientes hoy por hoy con la baja remuneración de los depósitos por parte de las entidades. El ministro cree que esa baja retribución es algo particular de España. Cuerpo recordó que si sale adelante la fusión, en el mercado tres entidades controlarán el 70% del mismo.
Talgo
Tres meses más. El Gobierno español contará con hasta tres meses más para pronunciarse sobre la opa lanzada por el consorcio húngaro Ganz Mavag para hacerse con Talgo, después de haber requerido más información antes de aprobar una operación que en principio no ve con buenos ojos. La Subdirección General de Inversiones Exteriores informa al consorcio húngaro de la suspensión del plazo para dictar resolución respecto a la autorización de adquisición hasta un plazo máximo de tres meses.