Gipuzkoa

Beasain: Un homenaje de los hombres a las mujeres

Cada 8 de marzo y durante dos décadas, los hombres del PNV organizaban una cena a las mujeres de Beasain
Mujeres en la cena que los hombres preparaban para ellas en el Batzoki de Beasain
Mujeres en la cena que los hombres preparaban para ellas en el Batzoki de Beasain / EAJ-PNV Beasain

Desde mediados de los años 80 y durante cerca de dos décadas, cada 8 de marzo los hombres del PNV de Beasain organizaban una cena en honor a las mujeres por el Día Internacional de la Mujer. La idea surgió casi por casualidad en una de las cenas de cuadrilla que se celebraban los viernes en el Batzoki beasaindarra. En plena conversación, alguien propuso preparar una cena especial para ellas, sin imaginar que aquel gesto acabaría convirtiéndose en una tradición que se repetiría año tras año.

Cena que los hombres preparaban en el Batzoki de Beasain para las mujeres del municipio

Cena que los hombres preparaban en el Batzoki de Beasain para las mujeres del municipio EAJ-PNV Beasain

La mayoría de estas cenas se celebraron en el antiguo Batzoki, donde la tradición vivió sus mejores años y alcanzó su mayor esplendor. Estaban invitadas todas las mujeres del municipio, sin importar su edad ni su afiliación política. Cada 8 de marzo acudían más de 60 mujeres, y en algunas ediciones la cifra llegaba hasta 80. 

Las mujeres que participaban no recuerdan con exactitud cuántos años se mantuvo la costumbre ni el número exacto de hombres que la organizaban, pero calculan que duró cerca de 20 años, con alrededor de 15 hombres encargados de la preparación y el servicio. Tras el derribo del antiguo Batzoki y la construcción del nuevo, la tradición continuó durante algunos años más en la nueva sede.

Los hombres en la cocina del Batzoki de Beasain preparando la cena del 8 de marzo

Los hombres en la cocina del Batzoki de Beasain preparando la cena del 8 de marzo EAJ-PNV Beasain

El bacalao al pil pil, preparado por uno de los jeltzales, era uno de los platos más esperados y recordados. Pero la cena no se limitaba solo a la comida. Los organizadores cuidaban cada detalle: decoraban las mesas con flores y velas y, para hacer la velada aún más especial, traían a un mago de Ordizia que animaba la noche con sus trucos. Vestidos con camisa blanca, pajarita y, en algunos casos, con una servilleta blanca colgada del antebrazo al estilo de los camareros clásicos, los hombres se esmeraban en que todo saliera perfecto.

Ellas recuerdan lo mucho que disfrutaban de la velada, pero también cómo ellos se implicaban en cada detalle y lo bien que lo pasaban organizándola, asegurándose de que la noche fuera especial para todas. Una de las asistentes habituales destaca que, más que una cena, era un auténtico reconocimiento a la mujer.

La cena del 8 de marzo en el Batzoki de Beasain

La cena del 8 de marzo en el Batzoki de Beasain EAJ-PNV Beasain

Aunque la tradición ya no se celebra, permanece viva en la memoria de quienes participaron. Estas veladas, de hecho, son recordadas como una costumbre que marcó la historia de Beasain y del PNV. 

2025-03-09T19:54:27+01:00
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