Uno de los pocos rostros conocidos que quedaban en Ciudadanos, Begoña Villacís, anunció ayer que se retira de la actividad política tras no resultar elegida para el Ayuntamiento de Madrid el pasado 28 de mayo y ante la debacle general de su partido, que no se va a presentar a las elecciones del 23 de julio.
“Soy una ciudadana libre porque ya soy expolítica. Tengo una sensación de cierta decepción, mucha tristeza y una cierta nostalgia”, reconoció la hasta ahora teniente de alcalde de Madrid.
Otro que se despidió ayer de la política en primera línea fue el portavoz del PDeCAT en el Congreso de los Diputados, Ferran Bel.
Bel anunció que deja la política y también el partido tras doce años en las Cortes Generales, y avisó de que aunque el PDeCAT ha sido una formación útil, que ha dejado “huella legislativa” en la XIV Legislatura; hay un soberanismo “realista” que actualmente está huérfano de representación.
“Me marcho después de una legislatura donde nos hemos sentido útiles, donde la aritmética parlamentaria nos ha permitido incorporar muchas propuestas a todas las iniciativas”, dijo ante los periodistas del Congreso, a los que reconoció que el espacio político que en Catalunya ha representado durante muchos años el PDeCAT como heredero de la antigua convergencia “en parte está huérfano”.