El lunes se rompió la tibia y el peroné en el plató de Sálvame cuando le hicieron imitar una prueba de Supervivientes y colgarse de una barra metálica y aguantar el máximo tiempo posible. En apenas cuatro segundos se resbaló y cayó al suelo con tan mala suerte que acabó en el hospital con esa doble fractura, pese a lo cual la prueba continuó con normalidad para el resto de colaboradores.
Aunque en principio los médicos optaron por no operarla y que estuviera escayolada entre seis y ocho semanas, este martes Jorge Javier Vázquez ha confirmado que la decisión ha cambiado. "Los médicos han decidido que lo que tienen que hacer es operar, y la operación va a ser inminente, probablemente esta misma semana", ha asegurado el presentador del programa.
La madrileña, justo tras caer y entre gritos de dolor, mostraba el lunes precisamente su preocupación por si tenía que entrar al quirófano. "No me tendrán que operar, ¿no?", decía con voz temblorosa. Pero finalmente va a ser intervenida.
Jorge Javier confirmó que la colaboradora está "descansando en casa con su marido Miguel" y que había tenido que dormir en el sofá, en la planta baja, porque era incapaz de subir las escaleras para acceder a la cama de su dormitorio. "Está hecha polvo, emocionalmente devastada. No contesta a los mensajes ni a las llamadas, con lo que le gusta a ella el teléfono".