Belén Ruiz de Viñaspre tiene marcada en rojo la fecha del próximo 24 de septiembre. No hay duda de dónde se la podrá encontrar el último domingo de septiembre porque solo la pandemia del coronavirus ha impedido acudir al Alderdi Eguna a esta gasteiztarra con familia originaria de Rioja Alavesa.
Es una veterana de esta celebración a la que ya acudía cuando era apenas una adolescente. Con 17 años se sumó a las “intensas” acampadas de EGI en Salburua. “La gente que venía de fuera de Araba nos preguntaba que por qué nos quedábamos a dormir allí, teniendo casa cerca. Ahora la climatología ha cambiado, entonces muchos años llovía y llovía pero es que nos lo pasábamos genial. Los recuerdos que tengo son muy buenos”, explica.
Ruiz de Viñaspre, sobre el escenario en el Alderdi Eguna de 2019.
Con la madurez también llegó un cambio en la forma de disfrutar del Alderdi Eguna. Ahora acude en familia y con amigos, y solo el domingo, aunque en más de una ocasión también se ha acercado a las campas de Foronda el sábado, solo para ver el ambiente y recordar otros tiempos.
“No somos de los que preparamos comida. El día lo pasamos de txosna en txosna. Vas a comer un talo, los pasteles de Iparralde, el pastel vasco y a comer pulpo en la txosna de Galicia, compras queso... Es muy divertido”, afirma. Este año echará de menos a sus hijas, que la han acompañado en muchas ediciones. No pueden estar en el Alderdi Eguna porque una trabaja y la otra estudia fuera. “Sé que van a acordarse mucho del talo”, evoca.
“La pandemia fue dura”
Belén recuerda con tristeza los años de la pandemia. El PNV suspendió la fiesta en 2020, y en 2021, por responsabilidad, solo celebró un acto político abierto a unos pocos dirigentes para poder garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención entonces vigentes para evitar la transmisión del virus.
En esas dos ediciones de este evento, Belén colgó en su ventana la ikurriña. El año pasado la cita tampoco fue de las más multitudinarias, todavía por miedo al covid-19 y por las malas previsiones meteorológicas, pero esta alderdikide cree que las campas de Foronda se volverán a llenar este domingo. Señala al respecto que “siempre veo mucha gente, soy optimista y pienso que el que no ha venido es porque realmente no ha podido”.
Una fecha señalada
Belén Ruiz de Viñaspre admite que el Alderdi Eguna es una fecha señalada en rojo en su calendario. Siempre planifica su agenda en función de este encuentro y rechaza cualquier plan que su entorno prepare para ese fin de semana. “Digo a los amigos que ese plan no puede ser porque es el Alderdi Eguna. Ellos me dicen que por un año que no asista no pasa nada, pero para mí es impensable faltar”, asegura entre risas.
Este año tenía un viaje previsto para ir a visitar a una de sus hijas, y lo retrasó al coincidir con el Alderdi Eguna porque esta fecha es mucho más que una fiesta. “Es un día que estás esperando todo el año. Es orgullo. Va más allá de lo político, el mensaje político está ahí pero también es el reencuentro. Pasarlo bien, juntarte con amigos. Un día muy bonito y no reemplazable”, concluye esta alderdikide que en apenas unos días no faltará a una cita ya tradicional para ella.