Beñat Rezusta: "La txapela del Parejas ha dormido en el maletero del coche"

Beñat Rezusta, cicerone en el frontón Municipal de Bergara, el hogar que le vio crecer. El color negro comparte hábitat con las losas de piedra antigua. La pelota de ayer, la de Jokin Etxaniz, la de José Mari Zezeaga; la pelota de ahora, la suya. Rezusta, santo y seña con tres txapelas del Parejas en su casillero tras la conquistada el domingo en el Navarra Arena de Iruñea. Joseba Ezkurdia también logró el tríptico. Empatan con la historia. Igualan con pelotaris de la talla de Olaizola II, Arretxe, Salva Bergara, Xala, Oskar Lasa y Tolosa, con quien comparte el honor de ser el guipuzcoano más laureado de la modalidad. “Son nombres importantes. Cuando debuté, nunca pensé en ganar tres txapelas. Hace ilusión, pero estar en la pelea también es bonito”, declara Beñat.

El bergararra celebró el cetro el domingo por la noche en Arbizu, junto a Ezkurdia. “Me gusta compartir la fiesta con el compañero. Lo hice con Danel, con Irribarria… Es bonito. La gente que te sigue durante todo el Parejas acaba conociendo a los aficionados de tu delantero. Así, la celebración es más bonita y especial”, disecciona el zurdo. Cenaron ensalada con pimientos, espárragos, carrilleras y tarta de queso. “Las dos cuadrillas estuvimos juntas. La fiesta se alargó”, evoca Rezusta. Durmió en Arbizu y este lunes regresó a su pueblo para seguir con los fastos y los compromisos. “Ahora tenemos tiempo para descansar. Tengo ganas de tomarme unos días de tranquilidad”, apostilla.

“Veníamos de hacer un campeonato muy regular y en semifinales nos encontramos a gusto. El título sirve para redondear el Parejas. En los últimos partidos conseguimos empezar fuerte, centrados. Eso te da cierto margen”, explica Rezusta, quien añade que “cuando el contrario se ve por detrás, le suelen entrar las prisas”. “Acabamos bastante cansados. Nos costó cerrar el partido. Artola arriesgó y acertó en el último tramo. Había que pelear y lo conseguimos”, asevera. “Al final, cuando Iñaki y Mariezkurrena se acercaron, me entraron las dudas. Sobre todo, cuando acumulé tres fallos seguidos, muy rápidos. En el peloteo hay veces que no estás cómodo, pero veía que a ellos le costaba hacer el tanto”, argumenta.

Ezkurdia y Rezusta, con las txapelas del Parejas. Iñaki Porto

Seis años ha tardado Beñat en regresar lo más alto del podio del Parejas. “Las anteriores finales fueron muy seguidas, pero volver a ser competitivo y estar arriba es increíble para mí. Estoy dando continuidad a una buena racha desde el verano. Estoy contento”, describe Rezusta. Asimismo, no percibe una “reivindicación” en la consecución del título. “Todos los pelotaris queremos estar arriba, pero soy consciente de que siempre no he estado al nivel. Los detalles también cuentan”, dice. 

En el frontón, unos niños hacen un corro y chillan, gozando de la pelota. Después, susurrando, reclutan al zurdo para hacerse una foto. Héroe en Bergara, Beñat recuerda que las victorias son cosa de dos. “Cualquier zaguero está cómodo con Ezkurdia. Hace un montón de trabajo y deja pelotas buenas”, recita.

Rezusta lleva la txapela en una mochila. Prosaico. Desde el partido inaugural, en Beasain, hasta el Navarra Arena habían pasado 121 días. “No sé dónde la voy a colocar aún. Las otras dos están en una vitrina en casa”, cuenta el zaguero, que remacha que “lo importante es ganarla. Nunca hubiera imaginado tener tres txapelas”. El título durmió “en el maletero del coche”.

Fallece el padre de Ezkurdia

Menos de 24 horas después de ganar la txapela del Campeonato de Parejas, Joseba Ezkurdia recibió este lunes la noticia del fallecimiento de su aita, Mattin, tras una larga enfermedad. Goian bego.