El que fuera consejero de Salud del Gobierno vasco y asesor internacional en materia sanitaria, Rafael Bengoa, no comparte la decisión de Sanidad de aplicar una segunda dosis de Pfizer a los menores de 60 que recibieron una primera de AstraZeneca. Cree que debería haberse seguido el criterio de la Agencia Europea del Medicamento y de la Organización Mundial de la Salud, y optar por mantener una segunda dosis de la misma vacuna. Recuerda que estos organismos disponen de más datos para tomar una decisión, y en referencia al estudio CombiVacs dirigido por el Instituto Carlos III, señala que ha sido "precipitado" impulsar un ensayo cuando ya había investigaciones a nivel europeo más completas.
"Yo no hubiera precipitado estudios cuando mes y medio antes ya había uno en Inglaterra. Creo que con independencia de la calidad o no de ese estudio, lo lógico es basarse en lo que ya se estaba haciendo", afirma. En una entrevista en Onda Vasca-Grupo Noticias, Bengoa también considera que al menos se debería haber dejado a las personas afectadas elegir qué vacuna reciben.
El asesor espera que el proceso de vacunación mantenga el ritmo actual porque permitiría "dejar atrás ciertas restricciones, como las mascarillas en exteriores". Bengoa ve posible relajar su uso en exteriores cuando se alcance el porcentaje del 50 % de la población vacunada, algo que está previsto ocurra en junio.
Además, destaca la importancia de vacunar a los jóvenes porque es dónde se encuentra el riesgo, porque "entre ellos está circulando el virus". Apuesta por comenzar el próximo curso escolar con el mayor número de jóvenes y adolescentes vacunados, y vaticina que alrededor del mes de noviembre, los niños podrán asistir a clase sin mascarilla dado que con el nivel de población vacunada el virus encontrará muchos problemas para contagiar".
Bengoa, que comparece este miércoles en la Comisión que se celebra en el Parlamento vasco para realizar aportaciones a la ley antipandemia, cree que esta legislación es totalmente necesaria. "La velocidad en el control epidémico es clave. Hay que actuar mucho más rápido de lo que hemos actuado hasta el momento", apunta al tiempo que considera que fue un error levantar el estado de alarma.
"Fue prematuro acabar con el estado de alarma. Lo conveniente hubiera sido mantenerlo dos meses más. ¿Por qué de repente eliminar una barrera que te hace falta? Pensar que los jóvenes que llevan un año y medio enclaustrados no van a salir o festejar fue un error", afirma.