La división de Honor femenina de balonmano, denominada Liga Guerreras, llega al cénit esta temporada con la diputa de las distintas eliminatorias, comenzando este fin de semana con el estreno de los play-offs por el título y el play-down por evitar la pérdida de categoría.
En el primero de los casos, llegan los cuartos de final, y el Bera Bera, indiscutible campeón de la liga regular, y ganador en diciembre de la Supercopa y este pasado domingo de la Copa de la reina, en ambos casos en Málaga, persigue el triplete en una temporada que solo necesita rubricar la matrícula de honor en las entrenadas por Imanol Álvarez.
Con la moral por todo lo alto tras alcanzar el séptimo título copero de su historia, se trata de abstraerse de los festejos y, muy especialmente, del cansancio generado durante los últimos ocho días, habiendo jugado tres partidos apenas 48 horas. El primer rival para seguir demostrando que es el mejor a nivel estatal es el Gijón, al que las donostiarras han ganado a lo largo del curso tanto en el Josean Gasca (29-25) como en el Pabellón de La Arena (23-35), que esta noche (21 horas) acoge el choque de ida. El de vuelta, en esta eliminatoria que se resolverá a diferencia de goles, se jugará en la capital guipuzcoana el sábado 6 de mayo a las 18 horas.
Los otros emparejamientos de cuartos en la lucha por esta Liga son Valladolid-Málaga, Guardés-Rocasa y Porriño-Elche.
Por su parte, Zuazo y Beti Onak dan inicio este sábado (16 horas) en Barakaldo al novedoso play-down, con la disputa de una liguilla de seis jornadas entre los cuatro últimos de la tabla que van a dilucidar los dos clubes que van a perder su condición de divisionistas de honor. Contándose los resultados de la fase regular, las navarras parten con nueve puntos por ocho del subcampeón copero Granollers, cuatro de las vizcaínas y tres de La Rioja.