La primera plantilla del Athletic regresó ayer lunes al trabajo en las instalaciones de Lezama y lo que debía ser una sesión marcada por una sonrisa de oreja a oreja 24 horas después de batir al Betis, se convirtió en una tarde en la que afloró un halo de inquietud una vez que el impacto del covid-19 no es ajeno al fútbol ni a sus actores. La noticia causa cierta alarma en la entidad rojiblanca cuando se conoció que Alex Berenguer y Jokin Ezkieta también dieran positivo por coronavirus días después de que se desvelara que Unai Simón e Iñigo Martínez se hubieran contagiado. Estos dos últimos, cerca de cerrar la cuarentena en sus respectivos domicilios, causaron baja el domingo y lo volverán a hacer mañana ante el Real Madrid, frente al que tampoco competirán los dos jugadores navarros citados, que se encuentran en buen estado de salud y que deberán permanecer aislados durante diez jornadas tal como reza el protocolo sanitario en estos casos. Marcelino tendrá que cruzar los dedos para que en las próximas horas no lleguen noticias en el mismo sentido en la víspera de medirse al líder de la liga, que también se presentará en Bilbao con bajas sensibles a causa de la infección, como son los casos de Modric, Marcos Asensio y Rodrygo, además de Bale, Marcelo y Lunin, y probablemente Isco, que presenta síntomas y que se encuentra a la espera del resultado de las últimas pruebas a las que ha sido sometido.
El clásico de mañana miércoles, por tanto, estará marcado por las ausencias en los dos bandos. Marcelino no podrá contar con sus cuatro futbolistas víctimas del covid-19 ni con los lesionados Dani Vivian, Yuri Berchiche, ambos en la fase final de sus respectivas recuperaciones, y Asier Villalibre, ni con Peru Nolaskoian, aún lejos de un ritmo adecuado tras estar año y medio de baja. Al mismo tiempo, el asturiano está pendiente del estado físico de Yeray, que ejerció con molestias en el duelo ante el equipo bético. Por el contrario, el técnico recupera a Dani García, que no jugó ante el Betis por sanción. Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, pierde a los hombres confinados, además de Casemiro, que vio ante el Cádiz la quinta amarilla, y Carvajal, lesionado, y solo recobra al delantero Mariano.
Sin Berenguer y Ezkieta, el técnico rojiblanco debe rescatar a otro guardameta de la cantera y, de hecho, ayer lunes se ejercitaron con los leones Ander Iru, portero del Bilbao Athletic, y Alex Padilla, del Basconia, por lo que uno de los dos (Iru ya estuvo convocado con el primer equipo en el partido de Copa ante el Sestao en Las Llanas tres temporadas atrás) formará parte de la convocatoria, en la que entraría también el cachorro Nico Serrano, citado en partidos precedentes.
Al margen del parte de guerra, la victoria sobre el Betis supone toda una liberación para un conjunto rojiblanco que había caído en desgracia después de encadenar ocho jornadas consecutivas sin vencer y en las que había emergido cierta pesadumbre sobre el colectivo de Marcelino, que no daba con la tecla para sacar rédito a sus buenas sensaciones en determinados compromisos en los que había merecido mucho más premio, con el encuentro frente al Sevilla como máximo exponente de semejante desazón. El Athletic solo había sido capaz de sumar cinco de los 24 puntos desde su anterior triunfo, detectado en la décima jornada ante el Villarreal, y los tres conquistados frente al cuadro verdiblanco se entienden como todo un chute para los leones de cara al encuentro de mañana. Los ideólogos del calendario han metido con calzador la cita con el cuadro blanco, correspondiente a la vigésimo primera jornada y que se adelanta debido a la disputa en enero de la Supercopa previsiblemente en Arabia Saudí.
Un éxito que trajo buenas noticias para el Athletic pese a que su nivel de juego bajara muchos enteros respecto al que proyectó ante el Sevilla. El domingo el conjunto rojiblanco se quitó un peso de encima que le viene de perlas de cara al reencuentro con el Madrid 21 días después del choque en el Santiago Bernabéu. Los leones marcaron por primera vez este curso tres goles en un encuentro, lo hicieron después de sumar casi 300 minutos sin ver puerta, una impericia que angustiaba; Iñaki Williams sacó su mejor versión en la pegada con un doblete marca de la casa, el Athletic selló su segunda remontada en liga en esta etapa de Marcelino€ Fueron estadísticas que, se quiera o no, sirven para que el equipo bilbaino se rearme cuando más tocado estaba y lo haga a las puertas de examinarse con el líder. Así las cosas, el Athletic cierra mañana miércoles la tacada de tres partidos consecutivos en San Mamés frente curiosamente a los tres primeros clasificados. Le salió cruz ante el Sevilla, cara con el Betis y contra el Madrid confía en sacar el repertorio de las grandes noches de los clásicos.
Marcelino ya debe urdir un plan antiMadrid. El referente de los duelos entre los dos equipos es muy cercano y permanece fresco en la retina, aunque los protagonistas diferirán en un número importante respecto de los que compitieron en el Bernabéu. Habrá que conocer la idea de Marcelino, que podría apostar de inicio por Zarraga, en el costado derecho, y Sancet, como acompañante de Iñaki Williams en ataque, sin descarta a un decisivo De Marcos el domingo en el lugar de un Lekue que ha perdido un punto de punch.