Bergara: 30 meses en Lyon para recobrar su esplendor

Una doble cita musical el 19 de este mes despedirá al magnífico órgano de Bergara, que empezará a desmontarse el día 21

Ocho días faltan para empezar a desmontar el octavín, la flauta octavante, el flautado, la bombarda de 16 pies de largo... Y así hasta desarmar los 2.343 tubos que conforman el magnífico órgano Stoltz-Frères de la parroquia de San Pedro de Bergara, que viajará a Francia para ponerse en manos del experto organero Michel Jurine. Este instrumento romántico, que se estrenó el 18 de marzo de 1889, se someterá a una concienzuda restauración que durará dos años y medio.

Pero antes de que esta joya, tanto musical como artística, histórica y de ingeniería, se mude a la ciudad francesa de Lyon, se le hará una despedida, como no podía ser de otro modo, al compás de la música. Será una doble cita el próximo día 19 en la parroquia con entrada gratuita: a las 12.00 horas de la mano de la comparsa de gigantes (Bergarako Erraldoi taldea) que bailará al son de los dulzaineros de Elgoibar y el órgano, y a las 20.00 horas en un concierto que reunirá a diferentes formaciones. Por un lado, la banda de txistularis bajo la batuta de José Miguel Laskurain y, por otro, el coro parroquial dirigido por Rosa Narbaiza con el acompañamiento del organista titular del Stoltz Frères de San Pedro, Aitor Olea, y el joven tenor bergarés Aitor Garitano, estarán al frente de este recital, en el que también actuará en solitario el propio Olea que interpretará la obra Allegro de la 6éme Symphonie op.42 nº2 del compositor francés Charles Marie Widor (1870-1937).

A esta lista de participantes se sumará el coro infantil de la musika eskola, que entre otros temas, cantará tres de las piezas del cuento musicado Kaixo Stoltz jauna, hor zare?. Las voces de 40 niños y niñas estarán capitaneadas por Marije Ugalde y Vinaixa Gartzia, con el apoyo musical de la pianista Amaia Urdangarin.

468.100 euros El Stoltz-Frères ha funcionado durante más de un siglo entre las cuatro paredes de la parroquia bergaresa, hasta que tuvo que tomarse un obligado descanso por su delicada salud. Ha sido largo el camino recorrido para reunir el apoyo institucional con el que devolverle su esplendor a este instrumento del siglo XIX, considerado a nivel mundial como la única pieza de estas dimensiones de la casa matriz que conserva la configuración más próxima al original. El empeño y tesón, liderados por Bergarako Stoltz Frères Organoaren Lagunak que se creó de forma oficial en 2014, desembocaba el año pasado en el anuncio de la colaboración de diversas instituciones para recuperar este exponente del patrimonio cultural.

Su rehabilitación, cifrada en 468.103 euros, se asumirá a cinco bandas: la Diputación Foral de Gipuzkoa aportará 234.000 euros; la parroquia de San Pedro pondrá 80.000 euros; el Ayuntamiento mahonero 60.000 euros; Donostiako Elizbarrutia 54.000 euros, y Stoltz Elkartea 40.103 euros a través de las iniciativas que emprendió para salvar el órgano.

de vuelta en 2024 La reparación se realizará según el proyecto del experto Jurine, que aconseja desmontar una a una las piezas para someterlas a una limpieza profunda y arreglar los sistemas mecánicos, además del sellado de las fugas del circuito de aire. El desmontaje se llevará a cabo del 21 de febrero hasta el 4 de marzo. No obstante, si en este plazo no se concluye, los trabajos se prolongarán "hasta el 13 de marzo", según explica el organista Aitor Olea.

A San Pedro recalarán desde Lyon un equipo de profesionales que trabajan codo con codo con Jurine para desarrollar estas labores, antes de transportar el órgano hasta el taller del experto francés donde permanecerá 30 meses para ser restaurado. Un tiempo que en Bergara se aprovechará para poner también a punto la caja donde se aloja el órgano y el gran tubo de madera, el único que se quedará en casa. De limpiar y rehabilitar ambos elementos se encargará la Diócesis de San Sebastián, dentro de una actuación que se incluye en el presupuesto global de la cura de rejuvenecimiento del Stoltz Frères de San Pedro. Un excepcional ejemplar del patrimonio musical de instrumentos románticos del siglo XIX. En el tercer trimestre de 2024 estará de regreso. Volverá a sonar; a demostrar que sigue vivo.