Bergara lleva a escena un musical lleno de ritmos y danzas africanas

Danza, melodías y cantos tribales emocionarán al público sobre las tablas de Seminarixoa de la mano del musical África, las dos orillas; la cantata para orquesta y coro compuesta por el navarro Donato Goyeneche que llevará a escena Bergara Antzerki Musikala Elkartea. El estreno tendrá lugar mañana en la localidad mahonera, pero para llegar hasta aquí han tenido que superar los obstáculos que la pandemia les ha puesto por el camino.

El proyecto comenzó a fraguarse en 2018 y un año después se pusieron manos a la obra con los primeros ensayos y, sobre todo, con la mirada puesta en otoño de 2020 para su puesta de largo. Han pasado, sin embargo, otros dos años más para la presentación de esta producción que se ha mantenido viva gracias a la ilusión y sobrado compromiso de sus curtidos protagonistas.

“¡Por fin vamos a estrenar el musical en Bergara!”, manifiesta, sin ocultar su alivio, el director de escena, el bergarés Valen Moñux. Ofrecerán tres funciones, dos el sábado, y una tercera el domingo.

El espectáculo invita a recorrer la diversidad sociocultural del continente africano. “La obra refleja la atracción por África. Sus danzas tribales, sus cantos y muy especialmente sus tambores despertaron en mí desde la infancia un interés hacia la cultura africana, sus gentes, costumbres y formas de vida”, cuenta Goyeneche, que encomendó al escenógrafo Moñux la tarea de dar forma sobre el escenario a esta composición musical estrenada en 1996 para grupos de percusión y coro. Seis años más tarde, se daba el salto al formato de orquesta y coral con arreglos de los 16 números realizados por Tomás Aragües. En 2015 el contacto con Elena Ibarbia desembocó en la evolución hacia esa expresión escénica que combina la música, el canto, el diálogo y el baile en un mismo menú. De redondear y ejecutar este proyecto se han encargado Bergara Musikala, que capitaneada por Valen atesora una dilatada experiencia en la materia desde que interpretaron Miserableak en 1994, o más recientemente Alizia, en 2017.

De Guinea a Nueva York

El amor sin fronteras entre dos jóvenes nativos y su periplo, desde un pequeño poblado situado en el golfo de Guinea hasta Nueva York, es el hilo argumental de esta historia ambientada en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales. Elena Ibarbia ha ideado el relato a partir de la canción Nana de la obra originaria, “imaginando en qué posibles circunstancias una mujer pobre podría cantar a su bebé duerme mi amor, duerme feliz…, nadie te quitará ni el sol ni la lluvia, ni las estrellas, porque tu mamá las guardará para ti. Esa idea nos dirigió a una situación de falta de recursos, con una mujer (Ieta) que no le puede ofrecer a su niño nada más que la libertad de vivir y su amor. Ubicamos la historia en Nigeria por las similitudes con el África que inspiró a Donato para crear su composición musical original, y la contextualizamos entre 1920-30, durante la presencia británica en el país. De esta manera aportamos personajes de diferentes culturas, sueños y ambiciones”, explica Ibarbia.

Cuarenta artistas sobre el escenario, música en vivo, actores y actrices, cantantes solistas, coralistas y danza son los platos fuertes de este montaje que se presenta en su versión original, en castellano y en distintas lenguas africanas. En escena se fusionarán los ritmos y melodías étnicas con la otra orilla, en el continente que vio nacer el soul, el jazz y los demás estilos de música afroamericana.

La batuta en la dirección musical, por su parte, la lleva José Miguel Laskurain; las coreografías corren a cargo de la asociación Afrodelicius de Irun, y el colorista vestuario ha sido traído por Ndank Ndank Elkartea desde Senegal.

Un gran recorrido en musicales

Bergara Musikala suma, de este modo, un nuevo espectáculo a una factoría de musicales que atesora un gran recorrido a sus espaldas. El primer aperitivo lo ofrecieron en una actuación itinerante por las calles el pasado 18 de septiembre, en el marco de las fiestas de San Martín, que despertó la curiosidad y dejó al público con ganas de más.

La cuenta atrás para inundar el escenario de ritmo, color y magia ha comenzado. “¡Por fin llega el gran día!”, exclaman. La obra se mantiene fiel al espíritu que Goyeneche ha impregnado en ella. En castellano, que es como está escrita, aunque ya pensando en preparar también en un futuro su versión en euskera; la seña de identidad de los musicales made in Bergara.