El Baskonia se medirá esta tarde contra un rival al que tiene más que estudiado, y es que Berlín se ha convertido en las últimas temporadas en uno de los cotos de caza predilectos para la dirección deportiva del conjunto azulgrana, que ha construido parte de su equipo a costa de debilitar a uno de los clubes con menor presupuesto de la Euroliga, pero gran capacidad para descubrir y pulir talento gracias a la buena labor de su director deportivo Himar Ojeda.
El canario ha hecho que el conjunto alemán hable con acento español, y es que en la capital germánica Aíto García Reneses se ha convertido en toda una eminencia tras sus cuatro temporadas como entrenador principal y este curso ha sido otro español como Israel González, su mano derecha, el que ha cogido su relevo al frente del equipo. Es difícil saber hasta qué punto esto ha tenido algo que ver con la fuga de talentos del Alba rumbo a Vitoria-Gasteiz, pero la realidad es que actualmente un tercio del primer equipo azulgrana –cuatro jugadores en total– ha vestido de amarillo antes de recalar en el Buesa Arena.
Los últimos protagonistas de este desmantelamiento del Alba Berlín han sido Simone Fontecchio y Jayson Granger. Ambos fueron piezas fundamentales para Aíto García Reneses el curso pasado y resultaron claves en la consecución de la liga alemana, pero en verano se vieron seducidos por la oferta del Baskonia. El club alemán dio al alero italiano una segunda oportunidad de demostrar de lo que es capaz en la Euroliga y convertirse en una de las revelaciones de los Juegos Olímpicos tras su fallido paso por Milán, mientras que Granger encontró un buen lugar en el que recuperar la confianza tras su lesión y volver a rendir a su mejor nivel.
Ambos son ahora dos de los referentes del Baskonia, siguiendo los pasos de Rokas Giedraitis, que un año antes, en verano de 2020, realizó el mismo viaje Berlín-Vitoria y ahora es la gran estrella del conjunto gasteiztarra. El caso del lituano es similar al de Fontecchio, ya que el Alba Berlín lo descubrió a los 25 años, cuando aún jugaba en la liga lituana, y supo sacar el máximo partido a sus condiciones. Tras dos temporadas en Alemania el alero se convirtió en una de las piezas más codiciadas del continente, decidiéndose finalmente por el Baskonia, a donde llegó como fichaje estrella del verano. De hecho, se podría decir que Fontecchio, con quien ahora comparte vestuario, ocupó su hueco en la plantilla berlinesa.
Aunque Giedraitis, Fontecchio y Granger han sido quienes han viajado directamente de Berlín a Vitoria, no hay que olvidarse de Landry Nnoko, que también vistió de amarillo entre 2018 y 2020, pero pasó por el Estrella Roja antes de recalar en el Baskonia. El camerunés también dio el salto a la Euroliga gracias al conjunto alemán, para después consolidarse en la máxima competición europea. Además, según informa Rubén Gazapo, de baskonistas.com, otros cinco jugadores vistieron ambas elásticas anteriormente: Alex Renfroe, David Logan, Casey Jacobsen, Dejan Kotourivic Sebastian Machowski.
Nnoko, Fontecchio, Giedraitis y Granger regresarán hoy a la que un día fue su casa, y, viendo los precedentes, quién sabe si actualmente es el hogar de un futuro baskonista.
Una cuarta parte de la plantilla baskonista ha vestido anteriormente los colores del conjunto alemán dirigido por Israel González
La buena labor del canario Himar Ojeda en la dirección deportiva ha permitido al Alba cazar diamantes como Fontecchio y Giedraitis