El ex primer ministro de Italia Silvio Berlusconi confesó hoy su "profunda decepción" con su viejo amigo, el presidente ruso Vladimir Putin, por la invasión de Ucrania, en su regreso a los mítines después de más de dos años por la pandemia.
"El acto de hoy tiene un significado especial porque volvemos a vernos en persona tras casi tres años", celebró en la convención de su partido, Forza Italia, entre los aplausos de sus colaboradores, seguidores y de su pareja, la diputada Marta Fascina.
Esta era la primera vez en la que Berlusconi volvía a hablar ante el público desde octubre de 2019 debido a las restricciones de la pandemia, que no obstante no evitaron que contrajera el coronavirus y que, a sus 85 años, sufriera sus consecuencias.
Como telón de fondo de su discurso estuvo la invasión de Ucrania ordenada el 24 de febrero pasado por Putin, a quien el exCavaliere siempre consideró un amigo. Por eso, su opinión era esperada e incluso se le había criticado por no referirse al presidente ruso.
Sin embargo, Berlusconi reconoció que no esperaba esta agresión del mandatario ruso: "No puedo y no quiero esconder que estoy profundamente decepcionado y dolido por el comportamiento de Vladimir Putin, que ha asumido una gravísima responsabilidad ante el mundo entero", dijo, con el público aplaudiendo en pie.
"Estamos ante una agresión sin precedente de un país neutral que lucha por su libertad. Una agresión a Ucrania que en vez de acercar a Rusia a Europa, como yo esperaba, la llevará a los brazos de China. Una verdadera lástima", advirtió el político italiano.
Berlusconi aseguró que cuando conoció a Putin hace veinte años "siempre" le pareció "un hombre de gran consenso, democracia y de paz".
Asimismo, el ex primer ministro italiano calificó de "verdaderos crímenes de guerra" las matanzas en Bucha y otras localidades ucranianas y sostuvo que Rusia "no puede negar su responsabilidad".
"En mi opinión, al contrario, por su interés, debería identificar y procesar a los responsables de unos comportamientos que el derecho y la moral hacen inaceptables en tiempos de guerra", abogó.
Berlusconi, cuyo partido forma parte de la coalición de unidad nacional que sostiene al Gobierno de Mario Draghi, insistió en defender la permanencia de Italia en el bloque atlántico y europeísta.
Por ello, instó a Italia y al mundo a "hacer lo posible" para poner fin "a la brutalidad de la guerra" y para la consecución de "una solución aceptable para todos", aunque eso sí, "garantizando naturalmente la libertad de Ucrania".
"He visto con creciente incredulidad, dolor y rabia, las imágenes tremendas y atroces que las televisiones nos transmiten. Hay que hacer todo lo posible para que esto termine cuanto antes", dijo.
Pero también animó a la Federación Rusa a "dar un paso en la justa dirección" con un "alto el fuego prioritario y fundamental".
En clave nacional, Berlusconi, a menudo emocionado, expresó su preocupación por el aumento de los precios energéticos pero también por la pérdida de votos de su formación en los últimos años, que lo han puesto por detrás de fuerzas ultraderechistas como la Liga de Salvini o los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, sus socios.
La convención de Forza Italia contó con la presencia de su mano derecha, el expresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, o de su novia, Fascina, 53 años más joven que él y con la que se ha casado "simbólicamente" hace unas semanas.
También asistió el secretario general del Partido Popular Europeo, el español Antonio López-Istúriz.