El PNV de Araba vuelve a vivir una situación interna que le resulta familiar. La Asamblea Territorial ha dado este sábado su confianza a Jone Berriozabal Bóveda como presidenta del Araba Buru Batzar para los próximos cuatro años, y con una Ejecutiva totalmente afín formada por personas que respaldaron a la nueva presidenta y en la que no repite ningún burukide. La votación se desarrolló en la sede de Landaburu Etxea, y Berriozabal logró el respaldo de 41 de los 65 apoderados, frente a los 24 que apoyaron al exalcalde de Gasteiz y también diputado foral, Gorka Urtaran. En estas votaciones, los apoderados se limitaron a trasladar de manera mimética los resultados que se habían producido en los batzokis, y Berriozabal se había impuesto en la mayoría. Esto es así porque los apoderados deben respetar el voto imperativo. Berriozabal, la primera mujer que lidera el ABB, estará arropada por una Ejecutiva que la apoya para gestionar la compleja situación interna.
Pero Urtaran escribió una carta a la militancia en la que, aunque no resta legitimidad a Berriozabal y reconoce su victoria, sí exige revisar el reglamento electoral interno y asegura que, en realidad, la diferencia de votos no es tan abultada como parece y en algunos batzokis, según sostiene, solo perdió por un voto.
¿Qué es lo que ha pasado en el proceso? La asamblea designó a los 14 burukides (Ander Añibarro, Alazne Arana, Garikoitz Bengoa, Txus Bilbao, Ainhoa Campo, Joseba Fernández, Anartz Gorrotxategi, Iñaki Lauzurika, Igone Martínez de Luna, Rakel Molina, Jonatan Moreno, Jon Pérez, Izaskun Pérez de Heredia y Zuriñe Rodríguez), entre los cuales no hay afines a Urtaran. Según las fuentes consultadas, ninguno de sus partidarios ha logrado los votos necesarios, el 50% de la asamblea, para ser elegido. ¿Hubiera sido posible lograr un acuerdo de integración? ¿Por qué no se ha integrado a ningún partidario de Urtaran? Habría que haber alcanzado un pacto antes de la segunda vuelta, pero hubiera supuesto presentarse con una plancha cerrada, y algunas fuentes aseguran que no respetaría las reglas internas. Por tanto, queda al albur de la militancia y de los apoyos individuales que logre cada uno.
En una carta de agradecimiento a la afiliación, Urtaran asegura que le hubiera gustado dirigirse a la militancia en la asamblea para darle las gracias y, a partir de ahí, felicita a Berriozabal, le desea “la mejor de las suertes y el mayor de los aciertos”, y añade que hace falta “unidad y fuerza” porque no son tiempos fáciles. Le ofrece su “mano tendida y total colaboración”. Pero, a renglón seguido, pide corregir los “errores y deficiencias” que ve en el proceso para garantizar la “igualdad” de los candidatos y la “libertad” de la militancia. Plantea revisar el reglamento electoral nacional. De manera un tanto contradictoria, añade que no cuestiona el sistema electoral, pero cree que refleja un reparto de apoderados “más abultado del que realmente se ha producido”, 41 a 24, porque “en muchas asambleas la diferencia ha sido solo de un voto”.
Añade que, detrás de sus 24 apoderados, está un 47% del total de afiliados que reclaman una forma de hacer “menos presidencialista” y con mayor participación de las bases. Lo que sucede es que, en el PNV, si un candidato gana en un batzoki, se lleva todos los votos de sus apoderados en la asamblea, aunque haya ganado por pocos votos de diferencia. Pero, ¿la diferencia ha sido tan escasa en “muchos” batzokis? No hay forma de saberlo, porque los resultados completos los tiene la comisión de control, y no se los proporciona a la prensa. Y cada equipo tiene su versión. Urtaran pide integración y dice que el PNV no solo tiene que parecer la casa de todos, sino serlo. Tendrá la oportunidad de trasladar un cambio de reglamento en la Asamblea General del PNV, a nivel nacional, prevista para marzo, donde se debaten las ponencias internas.
En algunos ámbitos molestó que Urtaran cuestionara a toro pasado el reglamento interno, cuando ya se conocen las reglas en el momento en que alguien se presenta como candidato. La situación, que está por ver si se canaliza en las próximas semanas a nivel interno, trae a la mente las fricciones con el sector de Iñaki Gerenabarrena, aunque en aquel momento las fuerzas estaban más ajustadas.
La trayectoria de Berriozabal
Berriozabal toma el relevo de José Antonio Suso al frente de 7 mujeres y 7 hombres, con el reto de impulsar “un partido que llegue fuerte a las elecciones municipales y forales de 2027 y que nos permita reforzar nuestra posición de referencia en la sociedad alavesa”. Apostó por “un partido unido, joven y con propuestas para el futuro de Araba”.
Nacida en Durango en 1982 pero residente en Gasteiz desde niña, se define como “abertzale, jeltzale, euskaldun, euskaltzale y feminista”, según el perfil facilitado por el PNV. Su entorno añade que es una “trabajadora incansable, concienzuda y resolutiva”. Se afilió al PNV con 17 años, fue secretaria del Araba Buru Batzar con José Antonio Suso, parlamentaria de 2008 a 2020, y presidió la Ponencia de Autogobierno. También ha sido concejala en Barrundia, viceconsejera de Relaciones Instituciones del Gobierno vasco con Olatz Garamendi, y hasta la fecha ha sido diputada foral alavesa de Igualdad, Euskera y Gobernanza, cargo que tendrá que dejar tras asumir la presidencia del ABB.