Convertirlo en un nuevo atractivo turístico del municipio ensalzando su riqueza natural. Este es el objetivo que se ha marcado el Ayuntamiento de Berriz con las mejoras realizadas en el jardín botánico-histórico de Berrizjauregi. Situado en las inmediaciones de la casa consistorial, cuenta con una superficie demás de 20.000 metros cuadrados que alberga una amplia variedad de ejemplares centenarios de especies autóctonas y alóctonas. Destacan, entre otros, majestuosos robles, hayas, cedros y secuoyas. “Llevamos tres años poniendo en marcha este proyecto con el objetivo de recuperar, proteger y difundir el gran valor de nuestro patrimonio cultural y natural”, explicó satisfecho con el resultado Orlan Isoird, alcalde del municipio.
En lo que al jardín se refiere, empezó a gestarse a principios del siglo XX, en concreto en 1904. En base a los actuales registros y diferentes informantes, el primer jardinero de Berrizjauregi fue pascual Isoird Eizaga-Etxebarria. Años después continuó en la tarea su hijo, Juan Isoird Lazkano. Le siguieron Joxe Oxinalde, Juan Agustín Agirre, Anastasio Urretxa y José Luis Areitioaurtena. Hoy en día este espacio se mantiene a través de los servicios de jardinería del Ayuntamiento de Berriz.
Para que la historia de este jardín botánico pueda seguir adelante, durante los últimos años se han realizado diferentes intervenciones de mantenimiento y de mejora que tienen como objetivo poner en valor este espacio y que sea a su vez también parte de un proyecto turístico. Muestra de ello, se han incorporado cerca de una treintena de placas informativas relativas a las especies más relevantes con las que cuenta el jardín. La placa de cada especie lleva un código QR para poder acceder vía web a información más detallada. En este sentido, la web (www.berrizjauregi.eus) irá creciendo en contenido y en medios audiovisuales para acercar este patrimonio tanto a la ciudadanía del municipio de Berriz como las personas visitantes. Por otro lado, se han recuperado las cascadas del estanque y la fuente principal. “A través de varias bombas se ha conseguido recircular el agua de la fuente principal donde tenemos la escultura de origen francés llamada el pequeño tritón y, teniendo en cuenta la mitología vasca, hemos querido incorporar un nuevo elemento tallado en madera”, puntualizó el primer edil. Se trata de Erreka Mari, la última lamia que residió en Euskal Herria. “Enkarni Genua y Jesús Lucas escribieron hace unas décadas la obra Erreka Mari Euskal Herriko azken Lamia. Una publicación que habla del cuidado del medio ambiente y el respeto a la diversidad; unos valores que comparte el Ayuntamiento de Berriz y que hemos querido que estén representados en este jardín con esta nueva figura”, añadió Isoird.
Precisamente Enkarni fue invitada al acto de inauguración hace dos semanas. En él mostró su alegría por el reconocimiento público realizado durante la jornada y aseguró que para ella supone “un honor” que Erreka Mari tenga su rincón en Berriz.
Tras la inauguración oficial del pasado 15 de octubre, y las jornadas europeas de patrimonio que se desarrollaron el 22 del mismo mes, la idea de la administración local es seguir consolidando y potenciando las visitas a este espacio natural con diferentes salidas guiadas a lo largo de los próximos meses. l