Berto Romero camina entre el terror y la comedia en su nueva serie, ‘El otro lado’

Berto Romero confiesa que en su nuevo proyecto, la serie El otro lado, la idea inicial era una historia de fantasmas. Y es que el humorista, actor, director y guionista catalán asegura que “a través de estos fenómenos paranormales se puede hablar de la muerte, de lo que vuelve de la muerte, de lo que no sea ha ido, pero también de fantasmas de otro tipo como la culpa, la mentira o el no haber llegado a lo que querías”.

Y es que la nueva serie que Romero ha creado y protagoniza y hoy jueves estrena Movistar Plus+, dirigida por Javier Ruiz Caldera y Alberto del Toro, aúna comedia y terror en un proyecto que supone el primer contacto del catalán con este género. Algo que afirma haber conseguido “en una extraña pirueta”. Supone un giro, seguramente inesperado para muchos, tras las tres temporadas de Mira lo que has hecho, un compendio de costumbrismo, humor y algún otro toque de drama.

“La idea inicial era muy oscura y, al servicio de eso, empecé a escribir y salió algo muy muy amargo”, resume Romero. Un lugar desde el que reflexiona sobre la pérdida, los sueños rotos, el desencanto, los medios de comunicación y también de los fantasmas del presente y, sobre todo, del pasado que acechan en el día a día para “desmontar la máxima de que todo tiempo pasado siempre fue mejor”.

UN HOMBRE Y SU FANTASMA

Romero encarna a Nacho Nieto, un periodista del misterio especializado en fenómenos paranormales que atraviesa una etapa de horas bajas. En mitad de esta crisis profesional y personal, aparece del fantasma del doctor Estrada, mentor del protagonista, que murió hace dos décadas y que reaparece cargado de consejos rancios y con toque machista. “Es alguien que recuerda a una época, a una televisión”, asegura Romero señalando que, si bien recuerda al famoso doctor Jiménez del Oso, solamente se fijaron en él para “evocar a los grandes nombres de la televisión y lograr que el fantasma encarnado por Buenafuente tuviera el peso y la gravedad de ciertos iconos de la pequeña pantalla”, pero nunca para imitar.

El fantasma interpretado por Andreu Buenafuente es el paradigma de lo que Romero define como el “patriarcado feliz, un modo de entender el mundo ya por suerte desfasado y que, de hecho, choca frontalmente con la actitud del protagonista, más a favor de la deconstrucción”.

La serie tiene, en palabras de Berto Romero, “algo de catálogo de masculinidades chocando entre ellas, lo que me parece interesante y, también en el caso de Nacho y su fantasma, divertido. Es el contraste lo que funciona”.