Hay trabajos con características muy específicas en los que, para poder llevarlos a cabo, los animales “tienen que ser una de tus pasiones”. Ese es el caso de Josune Azpiroz, psicóloga y coordinadora de la asociación Biak Bat, dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas y animales a través de programas que promueven su interacción.
Desde pequeña, nunca había tenido la posibilidad de convivir con animales, ni de saber lo que estos aportan. De hecho, le tenía miedo a los perros. Hasta que conoció a su compañero y cofundador de Biak Bat, Iosu, “una de esas personas que están muy unidas a la naturaleza porque los animales han formado parte de su vida desde que nacen”.
Fue entonces cuando pensaron en cómo podían unir la psicología con su pasión por los animales y la educación canina. Todo con la intención de aportar su granito de arena a la sociedad a través de los beneficios que tienen la convivencia e interacción con ellos.
De hecho, tal y como nos cuenta Azpiroz, estos beneficios son bidireccionales tanto para las personas como para los animales, aparte de que estos se encuentran muy relacionados también con la naturaleza, “un elemento muy importante dentro de la entidad a nivel general”.
Josune y Iosu llevan trabajando en el ámbito de las intervenciones con animales desde el año 2009. Fue en ese entonces cuando decidieron especializarse, pese a tener la formación de psicología y educación canina, y fue en el año 2011 cuando crearon la organización.
“Hacer este trabajo es muy especial pero también muy vocacional. Lo más gratificante es ver como esos animales, que a mí también me han ayudado en algún momento, pueden también ayudar a muchas personas”, comenta la psicóloga.
De hecho, nos pone el ejemplo de un niño refugiado con el que trabaja, y que tenía miedo a los perros porque cuando vivía en el campo de refugiados la policía entraba con perros por las noches y le asustaba. Sin embargo, ahora ha cogido confianza y ve como cada vez está más tranquilo y le van gustando más.
Si quieres contarnos tu historia, puedes escribir a: igandeaplus@ntm.eus
Pese a todo, nos recuerda que “es un trabajo muy duro también, sobre todo, respecto al mantenimiento de los animales y la gestión de la asociación. Al principio, no era tan conocido el tema de las intervenciones, por lo que a la gente le costaba entenderlo”, nos explica.
Biak Bat no tiene fines de lucro, pero sí tiene gastos, por lo que intenta en todo momento conseguir subvenciones, convenios con la Administración e ingresos de diferentes maneras.
Según afirma Josune Azpiroz, el objetivo de Biak Bat es “ofrecer este tipo de intervenciones a todas las personas que lo necesiten, ya sea por su situación económica o de vulnerabilidad”. De hecho, es una fiel defensora de que “el dinero no tiene por qué ser una barrera”.
Por eso, intenta buscar financiación para poder reducir el coste de las mismas. No duda en animarnos a colaborar, aunque sea compartiendo.
“Que no piensen que lo que pueden hacer es poco, porque al final, si no lo hacen ellos no lo haría nadie. Si se sienten identificados y quieren colaborar con pequeñas acciones, que no lo vean como algo pequeño”, concluye.
Un proyecto de respeto y acogida para todos y todas
Josune Aspiroz confiesa que a las personas que conocen desde dentro el proyecto, una vez se animan a acercarse, les cambia completamente la visión. Y es que su centro se encuentra abierto a todo aquel que busque sentirse acogido.
“Nos pasa que hay jóvenes que no se integran muy bien, que han sufrido bullying o no tienen amigos. Intentamos que sepan que si les gustan los animales pueden venir aquí y sentirse acogidos”, declara.
De hecho, a Josune le gustaría que la gente aprendiera a respetar a los animales y a entender el apoyo que estos pueden suponer para las personas, y viceversa. “Nuestro objetivo es el beneficio común, pero también profesional, porque para mí es una suerte poder trabajar aquí. También la aceptación de la diversidad como algo normal”, finaliza.