Vida y estilo

Bianditz por los dominios de los Mairus

El casco de Erroilbide destaca a la derecha de la mole de Aritxulegi.

PERSEGUIMOS el esquivo trazado que dibuja el límite septentrional de los territorios de Gipuzkoa y Nafarroa. Subiremos a las anchas espaldas de Errenga y Bianditz y cabalgaremos al son de los vientos para recorrer el espacio geográfico que se extiende entre los collados de Arritxulo y Exkaxburu. Atrás queda Aiako Harria con las cumbres más ancianas de Euskal Herria.

Estamos en tierra sagrada. Sed prudentes y tratad de no molestar a los gigantes que dejaron clavados sobre los pastos esos enormes megalitos y esos curiosos círculos de piedra que protegen el sueño eterno de sus seres queridos.

420 m | 0 km

Salimos del refugio de Arritxulo y buscamos el camino que parte junto a la carbonera instalada a la entrada del aterpe. Encontramos varios paneles interpretativos que nos hablan de la riqueza ambiental de Aiako Harria. El camino discurre entre los fresnos, sale a la carretera por una portezuela de madera. Ascendemos por el arcén y nos adentramos en el túnel de Arritxulegi. Por la derecha, una ancha pista de grava comienza su remontada.

10 min | 310 m | 0,6 km

Esta pista nos lleva hasta el collado de Arritxulegi donde se alza la borda homónima, un refugio abierto pintado en color verde con un par de mesas y una sencilla chimenea.

Por encima del refugio, una cruz de señales nos indica el punto donde se bifurcan las rutas hacia Aiako Harria, por la izquierda, y Bianditz, a la derecha. Seguimos esta última indicación guiados por las marcas del GR121 y un PR de Nafarroa.

El ancho camino de firme pedregoso encara la pendiente por el linde de una plantación de alerces. La pendiente tarda en ceder, pero finalmente llegamos a un rellano, aunque sobre nuestras cabezas se yergue la empinada ladera que culmina en la cima de Errenga. Mas el GR evita la pendiente y comienza un amplio rodeo por la derecha. Nosotros lo obviamos y nos aventuramos por el pasillo que se abre entre los helechales y encara la pendiente sin miramientos.

37 min | 786 m | 2,5 km

En lo alto reinan los pastos. Al norte cobra esplendor el horizonte marino, recortado contra la larga lomada de Jaizkibel y las Aiako Harria con sus agrestes batolitos de rocas plutónicas. A su derecha, la costa de Lapurdi se baña en olas blanquecinas que arriban a las playas. Hacia el norte avanzan los inmensos arenales de las Landas que se dibujan como una línea dorada que se pierde entre en las brumas.

Descendemos por el pelado y ancho cordal que enfila hacia el suroeste. En las inmediaciones del collado de Mairubaratza nos encontramos con el GR121. En este mismo punto, al otro lado de la alambrada que delimita la frontera entre los territorios de Nafarroa y Gipuzkoa, se ubica la estación megalítica de Errenga, un precioso conjunto de crómlech. Según la mitología vasca, estos monumentos prehistóricos, conocidos como mairu-baratza, fueron construidos por los llamados Mairu, hombres gigantes y salvajes que vivían en la parte alta de las montañas.

Seguimos el ancho camino de hierba por el amplio collado y ascendemos pegados a la alambrada acompañados por los puestos de caza.

50 min | 830 m | 3,8 km

Mojón en el alto Arrizko Etxolagaña. Alberto Muro

Cruzamos bajo un escueto grupito de hayas y ascendemos las últimas cuestas que nos dejan en el alto Arrizko Etxolagaña, donde hay otro conjunto de crómlech y una curiosa piedra, un pequeño mojón que posee en el anverso una cruz y en el reverso un báculo labrado. Señala los límites territoriales de los terrenos de Artikutza, cuyos frondosos bosques habitan en las profundidades del barranco que se cierne a nuestra derecha. Estos terrenos fueron, en su tiempo, propiedad del monasterio de Ziortza [Zenarruza], de ahí el símbolo del báculo tallado en la roca mojonera.

El cordal se prolonga de este y oeste. Por la derecha, el GR cabalga sobre la cumbre de Exkaxburu y desciende hasta la casa del guarda de Artikutza, junto a la barrera que cierra el paso a esta privilegiada reserva natural. Por la izquierda, nuestra ruta remonta con suavidad hacia la cercana cima de Bianditz.

1 h | 843 m | 4,1 km

Las vistas son infinitas. Desde el vasto océano hasta un rosario infinito de montañas y mullidos edredones forestales. Desde Bianditz, el cordal se prolonga hacia el sur en busca del valle de Arantza mientras rodea los límites de Artikutza. Vamos a seguir un rato por este cordal, hasta alcanzar la escueta peña de Galtzarrieta, que se extiende frente a nosotros. En el collado que nos separa de esta cota encontramos un túmulo y otros crómlech escondidos entre la maleza.

1 h 12 min | 780 m | 5 km

Un sendero trepa una brecha entre las rocas hasta lo alto de este peñasco de rocas graníticas que afloran sobre los pastos. Un precioso rincón aupado sobre las rocas más antiguas de Euskal Herria.

2 h 15 min | 420 m | 10,5 km

Para el regreso, desandamos la ruta y descendemos de Bianditz. Rodeamos la lomada de Errenga por su vertiente occidental y regresamos al refugio de Arritxulo.

Parque natural de Aiako Harria ©Sua Edizioak

Guía práctica

Distancia: 10,5 km para ida y vuelta.

Duración: 2 h 15 min para ida y vuelta.

Desnivel: 500 metros.

Dificultad: Fácil. No encontraremos agua durante el itinerario.

Cartografía: Bidasoa-Bertiz. Escala 1:25:000. Sua Edizioak

Cómo llegar: El refugio de Arritxulo está situado en el parque natural de Aiako Harria, en la unión geográfica entre Nafarroa y Gipuzkoa, en las inmediaciones de la carretera que une Oiartzun con Lesaka por el puerto de Arrotxulegi, junto al túnel que cruza la montaña. Desde Oiartzun seguimos la carretera GI3420 y desde Lesaka la NA 4000.

Rutas por Euskal herria

Paseos del libro ‘Rutas singulares con hamaiketako’ de Alberto Muro.

Sua Edizioak

04/08/2022