Esta noche (20.45 horas) se disputa ese partido que cualquier jugador sueña con jugarlo. Toda una final, un cara o cruz para que Bidasoa continúe escribiendo páginas de oro en sus más de 60 años de laureada historia. Tras el 30-27 de hace una semana en Artaleku, llega ante el Sporting de Portugal el choque de vuelta de los octavos de final de la EHF European League.
Con la baja en el lateral de Mihajlo Mitic y la entrada en la expedición de Tao Gay-Emparan en lugar de Julen Mujika en el puesto de extremo, la escuadra irundarra llega a la capital lusa sin la vitola de favorito pese a esos tres tantos de renta, pero, pleno de confianza y optimismo, quiere apurar sus opciones de acceso a los cuartos de final, en los que al ganador le espera el que venza en la eliminatoria entre el Ferencvaros húngaro y el Montpellier, con ventaja por ahora para los franceses por 36-30.
Para ello se apela al espíritu de Kolstad, potente equipo noruego al que se eliminaba desde los siete metros en la previa de esta edición del torneo allá por octubre, cuando se llegó a la ciudad de Trondheim con idéntica renta de tres goles. Si allí fue posible superar tan tamaño desafío, el que aguarda en la ciudad lisboeta, también.
El equipo guipuzcoano arriba al Pavilhâo Joâo Rocha, con capacidad para 3.000 aficionados, con la moral adecuada tras imponerse a domicilio al Guadalajara durante el pasado fin de semana. Jacobo Cuétara considera que es el momento apropiado para no quedar apeado de la competición continental. "Con ganas y con fuerzas en este tramo final de temporada. Muchísima ilusión y bien preparados. Es una ligera diferencia, tenemos que mantener la concentración durante los sesenta minutos".