El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que desde Washington tienen "motivos para creer" que las fuerzas rusas atacarán Ucrania "la próxima semana, en los próximos días", y que el principal objetivo será la capital, Kiev.
"Creemos que apuntarán a la capital de Ucrania, Kiev, una ciudad de 2,8 millones de personas inocentes", ha alertado el mandatario, que ha remarcado que Estados Unidos está "denunciando los planes de Rusia en voz alta y repetidamente".
"Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para eliminar cualquier razón que Rusia pueda dar para justificar la invasión de Ucrania y evitar que se muevan. No se equivoquen: si Rusia sigue con sus planes, será responsable de una guerra catastrófica e innecesaria", ha aseverado Biden en rueda de prensa desde la Casa Blanca.
Ahondando en este punto, Biden ha remarcado su idea de que Putin "ha tomado la decisión" sobre sus pasos a seguir en el conflicto y, preguntado directamente si cree que el presidente ruso ha decidido invadir Ucrania, Biden ha respondido: "Tenemos razones para creerlo".
Posteriormente a esta rueda de prensa, en un encuentro con los medios, Biden ha respondido un rotundo "sí" al ser preguntado por una posible invasión y ha citado, para sostener esa respuesta, "una capacidad significativa" de información de inteligencia.
En este mismo encuentro, también ha descartado que Putin esté contemplando usar energía nuclear: "Creo que está concentrado en tratar de convencer al mundo de que tiene la capacidad de cambiar la dinámica en Europa".
En la rueda de prensa, Biden ha detallado que "hay informes de un aumento importante en las violaciones del alto el fuego por parte de combatientes respaldados por Rusia que intentan provocar a Ucrania en el Donbás".
"Por ejemplo, un bombardeo de un jardín de infancia ucraniano ayer, que Rusia ha afirmado falsamente que fue llevado a cabo por Ucrania", ha dicho. Así, ha criticado a Moscú por aumentar la "desinformación" sobre los hechos ocurridos en Europa del Este.
Biden también ha señalado que "no hay evidencias" de que Ucrania haya atacado en la región del Donbás: "Desafía la lógica básica creer que los ucranianos elijan este momento, con más de 150.000 tropas desplegadas en sus fronteras".
Así, el presidente estadounidense considera que esta escalada en la "desinformación" podría ser empleada por el presidente ruso, Vladimir Putin, como pretexto para iniciar una guerra. "Todo va en la línea con el libro de jugadas que los rusos han usado antes", ha dicho.
Por otro lado, ha remarcado la posición de Estados Unidos, y también de sus aliados, sobre la imposición de "sanciones severas" a Rusia en caso de que opte por una invasión a Ucrania, aunque también ha señalado a Moscú que "no es tarde para reducir la tensión y volver a la mesa de negociaciones (...) Rusia aún puede elegir la diplomacia".
Con respecto a esto último, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha confirmado que el paquete de sanciones contempla sanciones financieras y controles de exportación, aunque por el momento se descarta la eliminación de Rusia del sistema SWIFT.
"Tenemos otras medidas severas que podemos tomar que nuestros aliados y socios están listos para tomar al unísono con nosotros y que no tienen los mismos efectos indirectos", ha matizado, agregando que estas sanciones están destinadas a "disuadir".
LLAMADA CON ALIADOS EUROPEOS
Previamente, Biden ha mantenido una conversación telefónica con líderes europeos, así como con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Tal y como ha confirmado la Casa Blanca, los aliados han conversado sobre una hipotética agresión rusa contra Ucrania, y han reiterado su apoyo a "la soberanía e integridad territorial" ucraniana.
En este sentido, han discutido la importancia de "una mayor asistencia económica" a Kiev, si bien han remarcado su convicción para imponer costos económicos "rápidos y coordinados" a Rusia en caso de que opte por escalar el conflicto.