Soy responsable, fundamentalmente, de todo lo que ha sucedido últimamente, pero debemos recordar que Donald Trump llegó a un acuerdo con los talibanes para retirar a los soldados estadounidenses de Afganistán antes del 1 de mayo de 2021, a cambio de que los insurgentes no acogieran a terroristas y no atentaran contra las tropas extranjeras. De esa forma, solo tenía una alternativa: continuar con el acuerdo de Trump para sacar a los soldados de EE.UU. de Afganistán". Con estas palabras un compungido Joe Biden se dirigió a los estadounidenses horas después de la masacre en el aeropuerto de Kabul que se ha cobrado la vida de 13 soldados de Estados Unidos además de otros 18 heridos.
Visiblemente afectado, el presidente Joe Biden prometió en su discurso desde la Casa Blanca que su país no perdonará ni olvidará estos ataques. Y endureció su tono de voz, clamó contra el EI: "Os perseguiremos y haremos que lo paguéis", pero también descargó parte de la responsabilidad en su antecesor en el cargo.
Trump echa leña al fuego
¿Y por qué Joe Biden rompía esa tradición no escrita de responsabilidad a su antecesor en el cargo de lo sucedido en la política exterior de Estados Unidos? El presidente, objeto del blanco de las críticas por su caótica gestión en la retirada de las tropas estadounidenses en Afganistán, sintió como una puñalada las declaraciones que hizo Donald Trump minutos antes de su comparecencia.
Aunque nada puede sorprender viniendo del expresidente, el magnate neoyorquino fue claro y directo: "Esta tragedia nunca debería haber tenido lugar. Nunca debería haber ocurrido y no habría ocurrido si yo fuera presidente", señaló Trump, y se refirió al "dolor" que sienten los veteranos del Ejército estadounidense y otras personas por los acontecimientos ocurridos en Afganistán en las últimas semanas.
Asimismo, envió sus condolencias a las familias de los efectivos estadounidenses que perecieron en los ataques y expresó que murieron como "héroes". Del mismo modo, extendió sus palabras de solidaridad para la población civil que también perdió la vida en las explosiones.
Las declaraciones de Trump se suman a las críticas que emitieron miembros del Partido Republicano en el Congreso, incluido el líder de la minoría conservadora en el Senado de EE.UU., Mitch McConnell, contra Joe Biden, al que acusaron de "dejar a los terroristas operar libremente", evidenciando que esta masacre ha vuelto a abrir en canal la profunda herida que dejaron las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre y que es el de un país partido en dos.