Movilizar las viviendas vacías en la capital es uno de los propósitos que se ha marcado el Ayuntamiento de Bilbao con el objeto de aumentar la oferta y también contener el precio de los alquileres. Para ello, el primer paso ha sido elaborar un diagnóstico sobre la situación a partir del cual se actuará con datos reales. Una vez identificadas 2.122 viviendas vacías susceptibles de ser movilizadas, a partir del próximo años el Ayuntamiento contactará con cada uno de los propietarios para analizar sus causas y ofrecer alternativas y a continuación se procederá a aplicar un canon a aquellos propietarios que no acepten ninguna propuesta. El concejal delegado del Área de Viviendas, Jon Bilbao, presentó ayer las principales conclusiones del diagnóstico realizado en el año 2020 entre las que destaca la identificación de 8.261 viviendas entre vacías y de baja utilización. El 15% se encuentra en manos de grandes tenedores y el resto son de personas particulares.
Además, en los primeros meses del próximo año el Ayuntamiento abrirá una "oficina integral de vivienda" para asesorar y orientar a la ciudadanía.
La cifra de pisos vacíos en Bilbao es muy similar a la de 2018 lo que evidencia que se trata de un problema enraizado en la capital, aunque el concejal de Vivienda señaló que en toda Europa se está abordando la situación de la vivienda. "Incluso en ciudades como Berlín donde el 85% de las personas viven de alquiler se encuentran con que los precios se han duplicado y, de hecho, eso ha tenido reflejo en las elecciones", puso como ejemplo.
Jon Bilbao explicó que el criterio que se emplea para considerar una vivienda vacía es que "no tengan empadronamiento y el consumo de agua sea nulo". De todas ellas, apuntó, "las susceptibles de movilizar en base al decreto de vivienda deshabitada que trata de movilizar las viviendas vacías en Euskadi, son 2.122 en Bilbao" por llevar "más de dos años en situación de no empadronamiento y no consumo".
Aunque el Ayuntamiento no lo tiene evaluado, la salida al alquiler de las viviendas vacías "va a tener un impacto en el mercado porque cuanto más ofertas tengamos, los precios podrán contenerse", subrayó. En cualquier caso, para conseguir el objetivo de contener los precios del alquiler, dijo que hacen falta otras medidas que tienen que aprobar el Gobierno vasco o las diputaciones.
Tras precisar que el objetivo del Ayuntamiento de Bilbao es "movilizar la vivienda para que cumpla su función social" y que "no se trata de recaudar", explicó que, en primer lugar, se pondrán en contacto con los propietarios de viviendas que lleven más de dos años desocupadas para "explicarles la situación, intentar movilizarlas y hasta facilitarles la movilización".
Entre estos es posible que algunos queden exentos por tratarse, por ejemplo, de personas que se encuentran en una residencia o trabajando en el extranjero. "Hay muchas casuísticas por eso queremos tratar cada caso de manera individualizada".
"Si después de todo esto sigue alguien empeñado en no movilizar su vivienda, habrá que aplicar un canon", afirmó, para indicar que eso se producirá "por lo menos en el plazo de un año y medio", ya que durante todo 2022 se llevará a cabo el proceso de información.
En cuanto al canon a aplicar, indicó que el decreto marca 10 euros/m2 el primer año y se puede incrementar en un 30% si en años sucesivos la vivienda siguiera sin movilizar. Es decir una vivienda vacía de 80 metros cuadrados tendría que pagar el primer año 800 euros de canon. "Ojalá no tuviésemos que aplicar ningún canon y la mayoría de las viviendas que puedan ser susceptibles de habitar en ellas estén ocupadas", confío el concejal.
Respecto a las características de estos pisos. Se calcula que tres de cada cuatro viviendas desocupadas tienen más de 50 años y su tamaño es reducido. Una de cada cuatro viviendas vacías tiene un tamaño inferior a los 60 metros cuadrados. El estudio ha permitido conocer que la mayoría de estos pisos sin ocupar se encuentra en los distritos de Ibaiondo (453 pisos) y Abando (450).