Esta noche (21 horas) se acaba la temporada para Bilbao Basket. Lo hace con mucho en juego. Nada menos que estar en Europa el curso venidero, con lo que ello conlleva a efectos económicos, de confección de plantilla y de aliciente para una afición que esperaba algo más de este año de trabajo. Si vence al Unicaja en Miribilla logrará el objetivo de ser décimo y entrar en la Champions League. Si no, deberá esperar a que el Obradoiro no venza al Fuenlabrada.
Lo de Santiago de Compostela parece complicado, porque los de Moncho Fernández apurarán sus opciones ante el descendido y colista que apenas ha ganado en cuatro ocasiones a lo largo de toda la liga. Por otro lado, los malagueños llegan al Bilbao Arena también dispuestos a quemar sus naves por ser cuartos y así arrebatar, en el play-off de cuartos de final por el título, el factor cancha al Tenerife en caso de que este caiga en su pista ante el Zaragoza, algo también poco probable.
Radicevic, entre algodones
Por tanto, el único que depende de sí mismo para cerrar el año de trabajo con una mejor nota asegurada si es que vence, es el equipo de Jaume Ponsarnau, que cuenta con la duda del contusionado Nikola Radicevic. Pero ahí no acaban las preocupaciones en el juego exterior bilbaíno, ya que Agustín Ubal está prácticamente descartado con fuertes dolores en ambos pies. Para contrarrestarlas llega Sergio Llorente, que regresa seis años después para contribuir a la última causa de la presente campaña.
Los ausentes en el bando andaluz son el ex hombre de negro Alberto Díaz y Jonathan Barreiro. Por contra, no faltará el donostiarra Darío Brizuela en una escuadra, la del vitoriano Ibon Navarro, que, cierto es, pese al lunar de la Final Four de la Champions jugada en su Carpena, donde Bilbao Basket cayó en enero 92-79, haga lo que haga en las eliminatorias ligueras ya se puede dar por más que satisfactoria esta temporada, en la que levantó la Copa del rey en Badalona, precisamente ante los de Txus Vidorreta.
Ponsarnau: "Un rival inteligente y muy difícil, pero vamos a intentarlo"
El técnico catalán apela a un último esfuerzo que propicie conseguir que el club repita estar en competición continental. "Me he encontrado un nivel de compromiso muy alto, aunque hay muchas incógnitas. El balón tiene que entrar, tenemos que tener acierto".
Respecto al rival, "es un equipo que te exige estar acertado porque va a conseguir un nivel físico defensivo muy alto, inteligente y muy difícil. Es un último partido donde hemos merecido jugarnos cosas. Sabemos que no tenemos el cien por cien al que hemos llegado durante la temporada, pero en Miribilla siempre hemos respondido y vamos a intentarlo", destaca Ponsarnau.