El tropiezo de la anterior jornada ante el Igokea vivido hace dos semanas en Miribilla obliga al Bilbao Basket a obtener esta tarde (18 horas) un triunfo ante el Bahçesehir Koleji que le permita depender de sí mismo a falta del último esfuerzo en esta fase de grupos en la Champions League.
El Sports Ulker Arena de Estambul aguarda a los hombres de negro, heridos en su orgullo tras el traspié del domingo ante Obradoiro. Y ahora toca recuperar sensaciones y centrarse de nuevo en la competición europea y en lo mucho que hay en juego. Conviene recordar que ganando al Nymburk en el Bilbao Arena el próximo día 21 la clasificación estará conseguida, pero se pretende no seguir con esta tensa espera.
Entre otras cuestiones importantes porque quedar primero de grupo evita tener que disputar una no deseada e incómoda eliminatoria puente el mes próximo. La situación presenta múltiples combinaciones entre bilbaínos, turcos y bosnios tras la victoria de estos últimos ayer sobre el flojo equipo checo. Y el basket average, favorable con Igokea, también lo es por ahora con Bahçesehir tras el 80-66 registrado durante la primera vuelta de esta corta liguilla.
Ponsarnau: "Hacer el mejor trabajo en una atmósfera complicada"
Jaume Ponsarnau recalca, ante la dificultad del choque, que la escuadra otomana posee "muy buenos jugadores que debido a las lesiones no han encontrado ser lo competitivos que quieren. Tendremos que hacer el mejor trabajo en una atmósfera complicada. Queremos asumir el reto".
De hecho, el conjunto rival va a hacer debutar hoy al esloveno exbaskonista Jaka Blazic y el norteamericano Langston Hall, que, junto a Arslan, Baygul, Boutsele, Ozmizrak, Jamar Smith y James Gist, sustituto de Brodziansky, componen un bloque de garantías que dará mucha guerra a Bilbao Basket en su intento de sumar su cuarta victoria en esta edición de la Champions.