El Surne Bilbao Basket regresa hoy a la competición tras un parón de casi tres semanas y en un partido con distintas connotaciones que lo hacen atractivo. Los hombres de negro reciben al Joventut, el mismo rival ante el que lograron la permanencia en la última jornada de la pasada temporada. Hoy el equipo bilbaino mira de cerca los puestos de play-off y un triunfo ante los verdinegros, al que se puede considerar un rival directo, metería de lleno a los de Álex Mumbrú en esa pelea.
Aquel choque del pasado mes de mayo se jugó sin público por la pandemia y hoy, casi dos años después, los espectadores podrán asistir de nuevo a Miribilla sin restricciones. Eso augura una gran entrada para impulsar al Bilbao Basket a mantener su racha de victorias en casa y acercarse a ese objetivo principal que es la permanencia. Nadie quiere descolgarse y en el vestuario vizcaino, de momento, solo se piensa en lograr cuanto antes los triunfos que otorguen la tranquilidad.
El partido estará marcado por el estado físico de ambos equipos. El Joventut ganó al Breogán el viernes en un choque aplazado que requirió una prórroga, aunque eso les hizo coger más ritmo de juego, mientras que en las filas vizcainas varios jugadores están con problemas físicos tras los compromisos de selecciones y, además, no estará Valentin Bigote, que ha cerrado esta semana su extraña, por tiempo y forma, salida del Bilbao Basket. Es, por tanto, una prueba para comprobar cómo reaccionan los jugadores de Mumbrú a la dolorosa derrota de Burgos y a la marcha de uno de sus principales anotadores ante un equipo de mucho nivel que tiene un poderoso juego interior y una batería exterior capaz de enganchar buenas rachas de acierto.