Bizkaia

Bilbao celebra Santo Tomás como antes de la pandemia

La 73 edición de Santo Tomás llamó a la vida a 137 productores, 238 casetas y miles de personas
Los rebosantes puestos de frutas, hortalizas, mieles y productos diversos del campo atrajeron a una multitud que lo mismo compraban que los fotografiaban.

Estaba anunciada la venida del Nuevo Mundo, el regreso del mercado de Santo Tomás a ese rinconcito del alma donde Bilbao guarda sus viejas tradiciones, aunque cambiasen los hábitos de la distribución que, como ayer miércoles, los cambiaron. No se perdió, eso sí, el espítu alegre de día grande de mercado. En el mapamundi extendido sobre El Arenal y sus aledaños se dibujaron, como estaba anunciado días atrás, dos hemisferios: los puestos de venta situados en el cogollo y los dos extremos de los tinglados y el Teatro Arriaga y la calle Bailén, Este y Oeste, si me permiten decirlo así, donde se colocaron las txosnas donde se servían txakoli y talo con chorizo a mansalva, amén de otros manjares propios del encuentro. Hubo 137 personas productoras, 238 casetas y decenas y decenas de miles de personas pasenándose de una tierra a otra.

Bilbao disfruta de Santo Tomás Pablo Viñas

Para llegar al origen de este mercado en fiesta hay que remontarse a mediados del siglo XIX. En esa época, al final de cada año, los baserritarras de las afueras de Bilbao se desplazaban a la villa para pagar la renta anual de los terrenos, fincas y caseríos que trabajaban a sus dueños. Con el fin de aprovechar ese viaje y sacar algo de beneficio, además del dinero, traían consigo sus propios productos para su venta y trueque. Poco a poco se fueron asentando para ello en los soportales de la Plaza Nueva, donde se daban cita con los vecinos de la villa, tal y como lo constata un cuadro de José Arrue de 1916. Esta costumbre se fue materializando como feria a principios del siglo XX y, a partir de 1947, el evento es organizado cada año por la Fundación BBK, aunque fuese el legendario Klin Klon quien le diese son de continuidad y celebración ya en 1915. Ayer, la Pala Nueva lucía desnuda...

No se escucharon demasiadas quejas al respecto. Hubo, eso sí, un puñado de hombres y mujeres que, ataviados de casheros, se encontraban desubicados a media mañana, cuando buscaban un espacio para el Baile de la Era. Terminaron haciéndolo en la plaza del Teatro Arriaga, donde algunas voces nostálgicas todavía añoraban el reparto de los calendarios de la BBK.

Bilbao vuelve a disfrutar de Santo Tomás Pablo Viñas

Para entonces, el mercado ya estaba en ebullición. Entre los puestos se vivieron, como de costumbre, las escenas tradicionales de visitantes vestidos con trajes de casheros –la estampa de dos mujeres abrazándose al grito de un “¡dos años sin vernos!” dejaba, en un santiamén, el resumen de lo vivido...– , intercaladas con apariciones sorprendentes como las de dos mujeres de Corea del Sur que pasaban por los puestos a primera hora grabándolo todo o un hombre vestido de rudo escocés, por citar dos ejemplos.

Bilbao celebra Santo Tomás Oskar M. Bernal

Aún de madrugada iban llegando las hortalizas, los quesos, el txakoli, la sidra y otros productos del baserri para estar bien dispuestos a partir de las nueve de la mañana. En el trajín de la mañana desde primera hora se encendieron los fuegos. Para cocinar 5.000 raciones de alubias rojas preparadas en putxera cuya venta, a 3 euros, enriqueció las arcas de Aspanovas. Unos metros más allá fuera del recinto, en Ripa, Makilaren Kofradia, con Pedro Prieto y la gente de Moskotarrak al frente, prepararon otras alubias, en este caso a beneficio de la Asociación Síndrome de San Filippo. Por otro lado, mientras Jon Maia echaba bertsos al día, se celebraba una subasta solidaria de pintxos que serán elaborados por seis cocineros y cocineras de Bisubi. Sergio Ortiz de Zarate, Zigor Iturrrieta & Co cocinaron en directo en el kiosco de El Arenal. Tras la tercera subasta de los pintxos creados por los sukaldaris de Bisubi, se realizará una cuarta y última subasta para pujar por una putxera auténtica, cortesía de la Cofradía de la Putxera de Balmaseda.

No apaguemos la lumbre aún. No en vano, Karlos Ibarrondo y Gorka Gorostiza aprovecharon el basotxerri de Atxondo para preparar 1.000 pintxos con 350 kilos de cabezada de lomo. Las colas para el avituallamiento, junto a la iglesia de San Nicolás, recordaban a las colas del hambre.

¿De dos hemisferios, les hablaba...? También se sentía lo mismo en los productos de los puestos, donde el pan, el pastel vasco y los productos de pastelería se abrían paso con fuerza. A las clásicas alubias, los puerros, los cientos de pimientos, las lechugas y todo tipo de hortalizas clásicas (llamó la atención el puesto de Goreko con una recreación del Puppy, la baldosa de Bilbao y un corazón gigante entre otras bellezas...) se le podían oponer el queso de castañas, el kombucha, una bebida fermentada, la pera imperial de carne roja o el txakoli naranja. En asuntos cárnicos, los lomos, chorizos, cecinas, papadas y pancetas de Lombera Carranza, tierra de Santos, hacían la boca agua al paseante. Recibió la visita de algún inspector de Sanidad (hubo siete en el día...) y salvó el trago con buena nota.

Las flores de pascua, el eguzkilore y el muérdago de estraperlo pusieron el acento floral. Una banda de txistularis recorría todo el recinto poniéndole son al día. Se localizaron parejas de trikitixas y panderos en la zona de las txosnas, abarrotadas a mediodía. Para entonces algunos puestos ya iban recogiendo, señal de que habían dado matarile a sus existencias. Bolsas y vasos biodegradables iban y venían.

El buen tiempo acompaña en el regreso de Santo Tomás a Bilbao Pablo Viñas

Todo sucedió en plena primavera de diciembre, donde las hortalizas de Gorka Irazabal, las frutas de Itziar Etxebarria, el queso de Gorka Muñiozguren, la miel de Andoni Núñez, el txakoli de Alex Mestraitua, el pan de Luis Fernández, el puesto de Iker Villasana (Biortzatxu Baserria), la sidra de David Torre, la mano joven de Eneko Serrano y la femenina de Lorea Momeñe fueron los elegidos del día.

La bolsa de la compra

Alubias

Alubias Oskar M. Bernal

14-16 euros/kilo

Queso

Queso Oskar M. Bernal

22-24 euros/kilo

Talo con chorizo

Talo con chorizo Oskar M. Bernal

6 euros/unidad

Pastel vasco

Pastel vasco Oskar M. Bernal

13-15 euros/unidad

Manzanas

Manzanas Oskar M. Bernal

3 euros/kilo

Txakoli

8-10 euros/botella

Caracoles

Caracoles Oskar M. Bernal

13 euros/kilo

Sidra

Sidra DEIA

4-5 euros/botella

Cebolla roja

Cebolla roja Oskar M. Bernal

3-4 euros/kilo

Miel

Miel Oskar M. Bernal

12-13 euros/kilo

23/12/2022