Algo menos de 5 km separan la avenida Pau Casals, ubicada en el barrio de Otxarkoaga de Bilbao, del ambulatorio de la plaza Rekalde. Para trasladarse de un punto a otro, ¿Cómo lo harían? ¿Pasarían por Bolueta o Indautxu? A priori, todo depende de si se quieren hacer paradas por el camino o no y de qué medios se utilicen: bus, metro, tranvía, bici, a pie… Y, ¿si tuvieran que combinar todos ellos?
Esto último es lo que han probado este jueves Iraide Villena, Ihintza Alkain, Aitor Cilleros y Hugo Lara, estudiantes guipuzcoanos de Ingeniería Química en el campus de la UPV-EHU de Leioa, que habitualmente emplean el transporte público para sus desplazamientos por la Villa. Una demostración del abanico de conexiones disponibles para moverse sin llegar tarde y sin tener que sacar el coche propio a pasear. Este recorrido multimodalidad ha sido el remate de la Semana de la Movilidad Europea 2022 en Bilbao.
Diferentes distancias, presupuestos y emisiones
A las nueve y media de la mañana, estos cuatro jóvenes participantes han salido desde la boca de la línea 3 en Pau Casals para comenzar esta no-carrera. Desde allí, se les ha asignado una ruta distinta que seguir por la ciudad, en función de los diferentes medios de transporte que tuvieran que tomar.
Por ello, cada itinerario tenía una distancia, presupuesto y duración diferentes. Aitor ha cogido el Bilbobus hasta Basarrate; Iraide, la línea 3 de metro hasta Casco Viejo; Hugo, la Bilbobizi hasta Bolueta; e Ihintza, que a las diez menos cuarto ya estaba montada en el Bilbobus con destino al Arenal.
“Casi siempre voy andando por Bilbao, pero mi transporte favorito es el Bizkaibus, porque lo cojo todos los días para ir a la uni”, contaba Ihintza. Esta donostiarra de 19 años admitía que era la primera vez que se subía en un Bilbobus. Apenas dos minutos después de las diez, ya se encontraba pasando los tornos del metro en San Nicolás para llegar hasta la plaza Moyúa. Allí, otro cambio. Tocaba estrenar la bici desde la parada situada en la calle Ercilla. “Todavía me da un poco de cosa andar en bicicleta fuera del bidegorri”, confesaba. Un trayecto corto hasta la plaza Indautxu para montar en taxi hasta la meta, plaza de Rekalde.
Ihintza ha tardado una hora, segunda participante en llegar. Para que se hagan una idea, el trayecto constaba de 7.9 km, con un presupuesto de 21 euros y un total de 0,774 kg de emisiones de CO₂. El primero ha sido Aitor, en 53 minutos cubriendo una distancia de 6.2 km. Mientras que Iraide ha invertido 1 hora y 22 minutos para 7.7 km; y Hugo, 1 hora y 30 minutos para 10.3 km.
Según han analizado los expertos del Ayuntamiento a posteriori, la ruta llevada a cabo por Iraide, con conexiones en autobús, metro, tranvía, bici y a pie “ofrece los mejores resultados en cuanto a la huella de carbono (0.319 kg de CO₂)”. A ello también han añadido factores como el presupuesto total de esta, 2.4 euros, y la distancia, 7.7 km.
Todos ellos han recibido después un reconocimiento "para seguir practicando la movilidad sostenible": un pase anual para viajar en Bilbobus.
El colofón de la Semana de la Movilidad Europea 2022 se ha llevado a cabo a las doce y media en el Salón Árabe del Ayuntamiento puesto que este jueves se celebra la 22º edición de Bilbao sin mi coche. Allí la concejala del Área de Movilidad y Sostenibilidad Nora Abete ha entregado el premio Paseante , "que reconoce la labor, méritos y valores de personas y colectivos que contribuyen a hacer de Bilbao una ciudad más amable, habitable y sostenible". En esta undécima edición, el galardón honorífico ha caído en manos de los reporteros de calle de Telebilbao debido a "las tres décadas de trabajo infatigable de la cadena".
La edil ha aprovechado para hacer un "balance" de las medidas anunciadas durante estos siete días. Entre ellas, la reforma de la bajada de la venida Zumalakarregi con un nuevo bidegorri que "seguro que nos invita a coger más la bicicleta", así como los nuevos proyectos "que supondrán la remodelación más completa de la historia del funicular, que se convierte en protagonista de la modernización de la ciudad como uno de los principales atractivos turísticos". Asimismo también ha destacado el programa piloto Bizit Euskadi en Transporte Público "un plan de colaboración público-privada con el sector del taxi orientado a promover un turismo más sostenible y de calidad para que se conozca el territorio".
"Cada persona que cambia el coche por una bicicleta o por caminar, ahorra muchos recursos y emisiones a la atmósfera y evita perder el tiempo en atascos. Andar es bueno también para nuestro comercio local, ciclistas , peatones y personas usuarias del transporte público son más fieles a las tiendas de barrio. Sin embargo, lo más importante es que nos encontramos mejor", ha concluido Abete.