Ya es oficial. San Mamés acogerá, como cabía esperar, varios partidos pertenecientes a la Copa del Mundo 2030, y, junto con Anoeta, será el representante vasco en la cita mundialista dentro de seis años. El estadio bilbaíno forma parte del proyecto de las sedes que la FIFA ratificó ayer como una de las candidaturas elegidas para albergar el mejor evento futbolístico que hay.
El proyecto de la Real Federación Española de Fútbol lo conforman un total de once sedes repartidas en nueve ciudades para organizar el Mundial de 2030 junto a Marruecos -con Rabat y Casablanca- y Portugal -Lisboa y Oporto-. Además de Bilbao y Donostia serán escenarios del campeonato el Santiago Bernabéu y el Metropolitano en Madrid, el Camp Nou y el RCDE Stadium en Barcelona, La Cartuja en Sevilla, La Romareda en Zaragoza, Riazor en A Coruña, La Rosaleda en Málaga y el Estadio de Gran Canaria en Las Palmas.
La casa del Athletic, visitada el pasado 29 de mayo por una delegación de la máximo organismo internacional, será el epicentro del mundo del fútbol como ya sucediera en 1982, cuando Inglaterra, cabeza de serie de aquel grupo en el que también se hallaba el Nuevo José Zorrilla de Valladolid y que quedó concentrada en Getxo, jugó sus tres encuentros ante Francia, Checoslovaquia y Kuwait. En esta ocasión albergará partidos hasta los cuartos de final de la competición.