En Argentina, para protegerse, piden un "barbijo rojo" en la farmacia. Y en algunos lugares de España han cambiado la pregunta por una "mascarilla 19". O, simplemente, con otra consulta: "¿Dónde está Angela?" o "¿Está Ángela?". Son códigos que ponen en alerta a quien los escucha y que pueden salvar la vida de una mujer que sufre violencia machista.
El botxo no vive ajena a esa realidad, una herida abierta en todas las sociedades. Por eso, a las puertas del 8M, ha decidido incluir en la guía 'Bilbao sin Agresiones Sexistas' "aquellas señales que una mujer que se sienta en peligro de sufrir violencia machista pueda realizar para alertar y prevenir posibles agresiones". Fundamentalmente, abrir la palma de la mano y ocultar el pulgar bajo los dedos.
Eso sí, tal y como ha advertido Nekane Alonso, es necesario hacerlo bien para evitar que sencillas herramientas salvadoras puedan convertirse en todo lo contrario y que las víctimas tengan una falsa sensación de seguridad porque el agresor las conoce. Así las cosas, el pleno ha acordado reforzar los contenidos dirigidos a alertar y prevenir la violencia machista en coordinación con Berdinsarea -red de municipios vascos por la igualdad- y Emakunde.