"Una buena apariencia influye directamente en las decisiones de compra". Una conclusión amontonada en las páginas de cualquier manual sobre ventas y publicidad que ahora quiere ser puesta en práctica en el botxo. La recuperación postpandemia llama a las puertas del sector y las ayudas para remontar el vuelo siempre son bienvenidas.
Más en concreto, en los 2.500 comercios que cada día levantan la persiana en el Casco Viejo y Bilbao La Vieja, pero también en Olabeaga, Irala, Zazpilanda y en los barrios de La Cruz y el de Ferroviarios.
Las personas propietarias de esos establecimientos recibirán en los próximos días una comunicación (por e-mail, carta o a través del boletín infoBilbao) con toda la información de esta iniciativa municipal que subvencionará el 40 % del coste total de la obra, hasta un límite de 5.000 euros.
Se concederán las ayudas tanto a locales cerrados como abiertos o que vayan a abrirse o trasladarse, para todas aquellas obras (albañilería, carpintería, pintura, iluminación, rótulos, persianas, accesos...) con las que se logre una mejora del aspecto exterior de la fachada del comercio, detallaron fuentes municipales.
El objetivo de este plan es modernizar la apariencia y el porte de las calles mediante, precisamente, esas obras en los escaparates y accesos de los locales comerciales situados en plantas bajas de edificios.
En definitiva, mejorar la imagen urbana y comercial al tiempo que se apoya la actividad comercial, ofreciendo calles más abiertas, iluminadas y limpias. Y de paso, favorecer el empleo y la economía, y la revitalización comercial del Casco Viejo, Bilbao La Vieja, Irala, Olabeaga...
Tal y como ha explicado Nora Abete, concejala de Rehabilitación Urbana del Ayuntamiento de Bilbao, "los beneficios de la rehabilitación en locales comerciales se notan evidentemente en el propio comercio, pero también en la calle donde se ubican y por extensión, en toda la ciudad".
"En el propio comercio se mejora la imagen física del local y tener una buena apariencia influye directamente en las decisiones de de compra", ha declarado Abete.
Con todo ello se busca mejorar la competitividad del comercio urbano y quien sabe si animar a más personas emprendedoras a abrir otros locales, lo que redundará en ganar ambiente comercial en la calle.
La recuperación y rehabilitación de esas fachadas también tendrían eco en ese modelo de ciudad más sostenible sobre el que trabaja Bilbao, con una oferta de comercios y servicios más próxima al ciudadano y que promueve los desplazamientos peatonales.