Esta edición de Aste Nagusia en Bilbao contará con un despliegue policial más amplio que en años anteriores, con el objetivo de fortalecer la seguridad y la prevención del delito. Los agentes policiales y de paisano tendrán la mirada puesta en delitos de todo tipo, desde los más habituales en estas fechas como robos de carteras y objetos personales, hasta agresiones sexistas.
Este incremento incluirá tanto a la Policía Municipal como a la Ertzaintza, que centrarán sus esfuerzos en prevenir agresiones sexistas, según anunció la concejala de Seguridad, Amaia Arregi en rueda de prensa. Arregi detalló que el 90% de la plantilla de la Policía Municipal, compuesta por 896 agentes, se destinará a la vigilancia de las principales zonas festivas, como el Arenal y las barracas.
Además, la Ertzaintza aumentará su presencia en estas áreas, tal y como se decidió en la Comisión de Coordinación de Seguridad, presidida por el alcalde Juan Mari Aburto y el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria.
Para reforzar la lucha contra las agresiones sexistas, se desplegarán numerosos agentes de paisano encargados de labores preventivas y de respuesta inmediata, complementados por videovigilancia y protocolos revisados en colaboración con el Área de Igualdad. Asimismo, estará disponible un servicio de atención presencial en la comisaría del Ayuntamiento, que funcionará cada noche de las fiestas.
Además de estas medidas, se intensificarán los controles de venta ambulante y seguridad vial, mientras que el servicio de objetos perdidos se trasladará al Ayuntamiento, donde estará disponible las 24 horas. Durante los fuegos artificiales, se dispondrá de vigilancia aérea con drones y un camión de bomberos en las inmediaciones.
La concejala subrayó la importancia de la colaboración ciudadana para asegurar unas fiestas seguras y ejemplares, recordando que el respeto es clave tanto para quienes celebran como para quienes trabajan durante estos días.