El auge del comercio electrónico ha aumentado exponencialmente el número de los vehículos de mercancías en las ciudades, lo que provoca a menudo una mayor congestión y la necesidad de actualizar las ordenanzas para regular la movilidad urbana. Esta es una de las preocupaciones sobre la mesa del concejal bilbaino de Movilidad y Sostenibilidad, Alfonso Gil, que pretende abordar, en la Ordenanza sobre Aparcamientos que elabora en estos momentos el Ayuntamiento de Bilbao. Es también una de las inquietudes del sector logístico dentro de estas nuevas reglamentaciones y restricciones al tráfico que actualmente acusan el uso inadecuado o la falta de las zonas de carga y descarga en las ciudades, que dificulta la tarea cotidiana de reparto. Y desde luego inquieta a los comerciantes que se debaten entre la modernización y el ataque directo al comercio local. La modernización tiene un peaje que amenaza con colapsar las ciudades además de aumentar la emisión de gases. Las principales urbes europeas afrontan esta problemática con diferentes soluciones. En el caso de Bilbao, "nos planteamos que la zona de carga y descarga se pueda hacer por un tiempo limitado en cualquier zona de estacionamiento evitando así las dobles filas". Esta medida desde luego se combinará con un transporte libre de gases.
Según los últimos datos recopilados sobre las grandes urbes españolas –Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia o Bilbao–, las zonas de carga y descarga se han incrementado a lo largo de los últimos años, pero su disponibilidad es insuficiente. En el caso de la capital vizcaina cuenta con 450 zonas para reparto, una cifra escasa para el auge que han experimentado las compras on line.
Gil ha alertado en diferentes foros –el último, hace escasamente una semana en la presentación del Congreso de Movilidad Urbana Sostenible que se celebrará en otoño– del problema que supondrá esta cuestión en 2030, motivo por el que ya se trabaja en soluciones novedosas que permitan abordar y solucionar la congestión de este nuevo comercio.
En este sentido, el concejal bilbaino reconoce que "en la etapa poscovid la distribución urbana con respecto al comercio electrónico ha crecido mucho". Ese fenómeno que no es particular de Bilbao exige medidas adaptadas a cada ciudad. "Nosotros queremos dar la posibilidad a las logísticas para que tengan acceso a todas las zonas de aparcamiento, de manera que furgonetas de dimensión pequeña puedan aparcar por un tiempo no superior a los quince minutos". Según el responsable de Movilidad, "esto podría evitar las dobles filas que se generan en estos momentos cuando las paqueterías se encuentran sin sitio para entregar los pedidos".
Esta no es la única medida que quiere implementar Gil en Bilbao. "Sabemos que hay repartos, por ejemplo en Farmacias, que pueden llegar a hacer hasta siete veces al día los mismos trayectos". Ante esto, considera necesario alcanzar un pacto global que permita optimizar recursos.
El otro caballo de batalla por resolver es la emisión de gases. En este campo "es necesario apostar por la electrificación. Unidades de furgonetas ligeras serán las que tendrán que hacer los repartos porque aunque nos guste la idea, no va a ser posible un reparto total en bicicleta, que podría ser lo deseable", sostiene el edil bilbaino.
Para el gerente de Bilbao Centro, Jorge Aio, "nuestro objetivo es que la ciudad sea de los ciudadanos. Se está reestructurando la urbe para que se pueda pasear y el objetivo debe ser que sea cómoda". Aio reconoce que la logística puede ser un problema y de hecho sabe que se han hecho pruebas piloto, "hasta con reserva de aparcamiento", según explica, pero su preocupación está encaminada a "evitar que la digitalización desertice la ciudad porque nuestra apuesta es por el comercio local".
Otras experiencias
Reparto fluvial y bases en el centro
Estrasburgo. Desde mayo de 2018, en Estrasburgo una plataforma fluvial con muelle de carga y descarga, que hasta ahora se había reservado a actividades de construcción y actualmente se ha abierto a proyectos de logística urbana, permite transportar mercancías por vía fluvial hacia el centro de la ciudad. El muelle tiene una longitud de 48 metros en la orilla del río y una superficie de almacenamiento de 450 metros cuadrados. Bruselas ha hecho la misma apuesta. Por ello, toda la atención y los esfuerzos del Puerto de Bruselas se centran en los 14,4 kilómetros de vía fluvial que cruzan la región de Bruselas-Capital.
Barcelona. En la capital catalana se emplea una aplicación móvil denominada AreaDum que permite estacionar durante treinta minutos para las tareas de carga y descarga. Además, la app recopila datos para futuros estudios que podrán analizar las acciones de los operadores transportistas y optimizarlas. También Madrid ofrece información de las áreas de reparto y pretende activar la reserva de plaza de estacionamiento.
"Es necesario alcanzar un pacto global que permita optimizar los recursos"
Alfonso Gil
Concejal de Movilidad y Sostenibilidad
"Nuestra apuesta es por un comercio local y una ciudad que sea cómoda para el vecino"
Jorge Aio
Gerente de Bilbao Centro