"Moderadamente positivo". Así describe el Consejero de Educación el comienzo del curso 2021-2022. Destaca que solo cinco aulas de infantil estaban cerradas la pasada semana por la covid-19, por lo que considera que el curso educativo ha empezado "mejor que el año pasado", aunque ha reclamado "prudencia" y señala que en estos próximos 15 días se podrán sacar conclusiones más claras. Reconoce que el hecho de que los mayores de 12 años estén vacunados en un porcentaje muy importante hace que se pueda "intentar flexibilizar algunas medidas", aunque el foco está puesto "en los más jóvenes", puntualiza.
Sobre la nueva ley de educación y la propuesta hecha pública por EH Bildu de fusionar las redes educativas, el consejero ha apostado por ser "discretos" y ha valorado que la coalición soberanista haya "planteado un proyecto y mostrado voluntad positiva para trabajar conjuntamente". En cualquier subraya que el sistema educativo vasco se asienta sobre "dos patas muy fuertes y cada una representa el 50 por ciento. No se entendería una sin la otra".
El consejero defiende el modelo D y afirma que es "evidente" que éste está "cumpliendo objetivos" y para ello "no hay más que ver el número de jóvenes que dominan en Euskadi las dos lenguas oficiales". Ahora bien, señala que cada centro debe conocer bien en qué contexto se mueve, también el sociolingüístico. "Es diferente el de Tolosa que el de Bilbao o Barakaldo. Cada centro debe ser capaz de adecuarse a las necesidades del contexto", explica.
Por último preguntado por los exámenes de la ESO, asegura que esa cuestión se está analizando pero defiende, "la evaluación tiene que ser continúa, no sólo un examen de hoy para mañana".