La posibilidad de que las elecciones generales del 23 de julio las gane el PP y logre formar gobierno de la mano de la ultraderecha de Vox está provocando que la campaña se mueva también en el terreno del simbolismo y de las libertades, con la idea de movilizar a la ciudadanía para no retroceder en términos democráticos. En ese sentido, EH Bildu evocó ayer el cierre del diario Egin, clausurado merced a la teoría del todo es ETA y cuyo recuerdo conectó con los episodios de censura que se están produciendo ahora en el ámbito de la cultura en municipios y comunidades gobernadas por la derecha española.
El cabeza de lista de EH Bildu al Senado por Gipuzkoa, Gorka Elejabarrieta, planteó a la ciudadanía vasca “volver a realizar otro gran auzolan”, esta vez en forma de voto en las elecciones, al estilo de la manifestación que se organizó hace 25 años ante el cierre del periódico, para “parar a las derechas españolas, a quienes quieren conculcar derechos básicos”. Pidió dar fuerza “a la izquierda soberanista vasca”. La coalición lanzó este mensaje en un acto celebrado en Hernani con motivo del 25 aniversario del cierre de Egin y Egin Irratia. El cierre fue decretado en un auto del juez Baltasar Garzón, pero contó con el auspicio político del Gobierno español de José María Aznar. “¿Alguien pensaba que no nos íbamos a atrever?”, se felicitaba entonces el popular en el momento del operativo. Años después, el Tribunal Supremo consideraba ilícita esta operación, una decisión que llegó demasiado tarde para los trabajadores.
Elejabarrieta conectó ese cierre contra la libertad de expresión e información, y los ejercicios de censura contra las expresiones artísticas que se están produciendo en la actualidad. Aseguró que “la censura y los ataques contra la libertad de expresión y de creación artística no son algo para lo que tengamos que remontarnos al blanco y negro de la época franquista, sino que es, desgraciadamente, de rabiosa actualidad”. Se refería a que, “tras el binomio de PP y Vox en varios municipios y comunidades autónomas, ya se está viendo”, con la cancelación de obras como Orlando de Virginia Wolf, “otra en la que se rememoraba a un profesor republicano, y ni qué decir de las relacionadas con el colectivo LGTBI”.
“Es lo que nuestro pueblo ha padecido por parte de ese mismo Estado en los últimos largos decenios. Y esto es lo que quiere, lo que lleva en su programa real, el bloque reaccionario que dirigen la extrema derecha y la derecha extrema”, dijo. Aseguró que los aires que vienen de Madrid pueden dar lugar a “nuevos ataques contra la democracia y la libertad de expresión” como el ocurrido con Egin. “Un cierre que supuso un golpe para este país y la pluralidad de prensa. Aún tenemos en la memoria aquella gran manifestación que clamaba por la libertad de prensa, la libertad de los periodistas detenidos y sobre todo, por la libertad a informar y ser informado”, dijo, para apelar a que se recupere ese movimiento en las urnas. “La ciudadanía tendrá la oportunidad de volver a realizar otro gran auzolan para parar a las derechas españolas, para parar a quienes quieren conculcar derechos básicos, como ya lo hicieron hace 25 años”, sostuvo.
CALENDARIO DE TRASPASOS
Por otro lado, la candidata por Nafarroa, Bel Pozueta, pidió ayer un calendario de transferencias al Gobierno español, una defensa que hasta hace poco la izquierda abertzale consideraba conformista o un asunto menor. Tras haber criticado al PNV durante décadas por su estrategia negociadora en Madrid o su defensa del Estatuto de Gernika y el Amejoramiento navarro, Bildu saca pecho de haber logrado la transferencia de Tráfico (cedida por Sánchez a Bildu aunque aparecía en el acuerdo de investidura con el PNV). Además, pidió “un calendario a acordar con el Estado para finalizar el proceso de transferencia de todas las competencias pendientes”, un calendario que el PNV ya arrancó para la CAV. Además, pidió reformular el Convenio Económico y un nuevo estatus que los navarros puedan refrendar en las urnas.