Tras protagonizar durante semanas intercambios de declaraciones de guante blanco en el Parlamento Vasco, EH Bildu ha elevado el tono este viernes en el debate sobre la futura Ley de Educación. Su portavoz en la materia, Ikoitz Arrese, ha acusado al lehendakari Urkullu de “romper” las opciones de acuerdo y de consagrar los actuales modelos lingüísticos, o de dar pie a una situación de “inseguridad jurídica” donde nadie sabría exactamente qué va a pasar con la enseñanza de los idiomas en las escuelas porque PNV y PSE no consiguen dar una versión clara y conjunta, según denunció. Si esta “inseguridad” se mantiene, no apoyará la ley. Este cambio de tono llega además en puertas de la jornada educativa que ha convocado para este sábado la coalición abertzale y donde tomará la palabra su responsable de Programa, Pello Otxandiano. Este discurso le permite llegar a la cita con una exhibición de dureza hacia el Gobierno vasco. En cualquier caso, quedarían dos meses por delante para reconducir esta situación hasta la aprobación final de la ley el día 14 o el 21 de diciembre.
Paradójicamente, esta tensión llega tras el guiño que le había lanzado la víspera el consejero Jokin Bildarratz al insistir en un acuerdo más allá de la mayoría absoluta que suman PNV y PSE, y tras haber asegurado incluso el propio socialismo que los modelos se actualizarán. Pero la polémica no cesa. EH Bildu se presentó al pleno de control con dos preguntas sobre educación, una para el lehendakari, y otra para el consejero, lo que le podría permitir hurgar en el discurso de las hipotéticas contradicciones. Para rizar el rizo, C’s también tenía otra pregunta para Urkullu. Por parte de EH Bildu, Nerea Kortajarena le preguntó, por un lado, si le vale la mayoría de PNV y PSE para aprobar una ley que es estratégica y de país. Si un día antes Bildarratz había apostado ya por ensanchar el consenso, el lehendakari repitió que “hemos intentado la mayoría más amplia desde el principio” y el objetivo se mantiene. Eso sí, se preguntó por qué no vale la mayoría PNV y PSE y sí valdría una mayoría PNV-Bildu. Pero abogó por el consenso y negó que la enmienda que han acordado con los socialistas sobre los modelos lingüísticos responda a una cuestión de equilibrios internos en el Gobierno.
Urkullu insistió en defender un consenso como el alcanzado el jueves, donde el Parlamento rechazó las enmiendas a la totalidad de PP, Vox, C’s y Elkarrekin Podemos-IU con un 82% de votos, con PNV, PSE y EH Bildu. Pero entonces llegó la pregunta de C’s, de José Manuel Gil, sobre los modelos lingüísticos, donde el lehendakari se limitó a decir que “van a seguir garantizando los derechos” reconocidos en el Estatuto de Gernika y la Ley de Normalización del Euskera. Unas normas que reconocen los derechos lingüísticos también de los euskaldunes. Pero Gil hizo su propia lectura pensando que le daba la razón y expresó su alegría al lehendakari. Fue entonces cuando Urkullu le aguó la jornada al matizar que “los modelos no son inmutables ni estancos”, lo que supone respaldar la versión de Bildarratz. Y añadió que “hoy solo un 3,6% de las familias elige el modelo A; un 79% elige el D, y un 17,4 %, el B”.
"Declaraciones preocupantes"
Pero, con estos antecedentes, cuando llegó la pregunta de Ikoitz Arrese al consejero, el parlamentario de EH Bildu aseguró haber escuchado “declaraciones preocupantes en boca del lehendakari Urkullu”, y preguntó al consejero si la ley va a superar o no el paradigma de los modelos. Bildarratz volvió a defender que el título cuarto de la ley sienta las bases para “un nuevo marco”. Defendió que el cuarto título fija el tratamiento del euskera en un sistema multilingüe, y que “en los últimos 40 años ha cambiado la sociedad y han cambiado los modelos”, de tal manera que ahora corresponde “seguir adecuando” el modelo a la nueva realidad.
Arrese insistió en que el 3 de octubre, con las enmiendas de PNV y PSE, sintió “sorpresa, porque tras un proceso de dos años algunos consensos se abandonaron”, y “preocupación”, porque “durante dos semanas no hemos visto una explicación unitaria". “Y hoy el lehendakari ha roto” la opción de acuerdo que pudiera haber. “Parece que hoy el lehendakari sentencia diciendo que los proyectos lingüísticos se asientan en el sistema de modelos vigentes. Usted ha dicho que entre PNV, PSE y Bildu no hay diferencias cualitativas. ¿De verdad? Ha aceptado la imposición de su socio minoritario. Esto va en contra de lo acordado. ¿El modelo A logra el perfil B2? ¿Y el B y el D?Una vez aprobada la ley, en cuatro, cinco o seis años, ¿van a seguir los modelos? Sería irresponsable aprobar una ley con una enmienda que genera inseguridad jurídica, más aún si lo impone una minoría”, zanjó.
Bildarratz lamentó que el debate se centre en los modelos y olvide otras cuestiones. De hecho, la propia Bildu acordó el catálogo de requisitos a la escuela concertada para poder acceder a financiación pública y para poner coto de esta forma a la segregación, un argumento enarbolado por Podemos-IU pero donde fue EH Bildu quien logró fijar las condiciones negro sobre blanco. Bildarratz volvió a apostar por partir de los modelos actuales y evolucionar, así como garantizar las herramientas necesarias en un reglamento posterior. Cada colegio tendrá su propio proyecto adaptado a su realidad social.