Bingen Zupiria: "No tenemos ni idea ni ninguna información de lo que el Gobierno español está pensando hacer con la fiscalidad"

Euskadi se mantiene al margen o al menos es su deseo, de la guerra fiscal que se ha abierto en el Estado y que crece cada día con el clima electoral de fondo por esas elecciones generales que van a cerrar el 2023 previo paso por las municipales de primavera. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria ha vuelto a insistir hoy en el mensaje que lleva transmitiendo Lakua desde que empezó esa pugna por los impuestos. "No debemos mezclar ni a Euskadi ni a Navarra en esto", subraya Bingen Zupiria que recuerda que ambas tienen haciendas propias que recaudan los impuestos. 

El portavoz del Ejecutivo ha recordado que tenemos un sistema de "riesgo total" y esto significa que "todo el dinero del que disponen las instituciones dependen de los ingresos que somos capaces de recaudar y generar". No ocurre lo mismo con el resto de Comunidades Autónomas, explica, que dependen del dinero que les transfiere el Gobierno central y sólo una parte depende de ellas. Es en esa parte, matiza Bingen Zupiria, donde están bajando impuestos y se debe a los desacuerdos en torno al dinero que reciben de Madrid.

"Debemos centrarnos en nuestro sistema", insiste Zupiria que puntualiza "es muy exigente y nos cuesta mucho". Debemos centrarnos en lo nuestro. 

¿Reforma fiscal en Euskadi?

Una vez aclarado esto, la pregunta es si habrá o no una reforma fiscal en Euskadi. El portavoz del Gobierno Vasco recuerda que hace cuatro años se llevó a cabo una reforma fiscal que depende de las diputaciones. "En algún momento, en los próximos meses quizás, habrá que plantear una evaluación de lo que se hizo y de cómo ha funcionado", señala. 

Sin embargo, no estamos en esa tesitura en estos momentos en los que el único cambio que se ha producido en Euskadi es la deflactación que, además, según anunció el Lehendakari se prolongará en 2023, previa discusión y acuerdo en el Consejo Vasco de Finanzas. 

Pero es obvio que van a llegar más cambios y uno de ellos se debe al impuesto a las rentas más altas que pretende aprobar mañana el Gobierno español. Un gravamen del que sólo sabemos que entrará en vigor el 1 de enero de 2023 pero del que no han trascendido más detalles y que inevitablemente tendrá que adecuarse al concierto económico vasco.

"No tenemos ni idea ni ninguna información de lo que el gobierno español está pensando hacer con la fiscalidad. Solo sabemos lo que dicen los medios de comunicación. Primero habrá que aclarar de qué se habla y luego ver el ajuste a nuestro concierto económico", afirma Bingen Zupiria. 

Transferencias 

Tampoco hay noticias sobre las transferencias. Bingen Zupiria confirma que en las últimas horas no ha llegado ninguna respuesta de Moncloa al último emplazamiento del Lehendakari de la pasada semana y tampoco ningún comentario más allá de recordar que cumplirán con el compromiso adquirido. 

Sin embargo, reconoce Zupiria que no le consta que haya movimientos a la vista ni siquiera en la negociación de la transferencia de ferrocarriles que ahora mismo es el único proceso negociador que se mantiene abierto. "En las agendas no consta ninguna reunión o propuesta", afirma. 

En cualquier caso el portavoz de Lakua cree que es mejor dejar de hablar de transferencias y empezar a hablar más de autogobierno porque eso es lo que está en juego. Al respecto ve dos aspectos fundamentales. Por un lado afirma que no hay fisuras entre PNV y PSE en cuanto al cumplimiento íntegro del estatuto pero por otro, no esconde su preocupación por los constantes retrasos. "Hace 40 años que se aprobó el estatuto. El tiempo demuestra que cuanto más se retrase más difícil va a ser que se cumpla el estatuto", asegura. 

¿Habrá acuerdos de país?

El Lehendakari plantea la posibilidad de cerrar cinco grandes acuerdos de país con la oposición en materias que trascienden el límite temporal. Al margen de los presupuestos, puntualiza Zupiria, hablamos de cuestiones de largo recorrido.

"Hablamos de ley de educación que va a necesitar para desarrollarse una docena de años y que durará mucho más. Lo mismo podemos decir de ley de salud pública que si se aprueba buena base para más de una década. Lo mismo RGI. Qué decir del reto demográfico. Cualquier acuerdo será de años", señala. 

La pregunta del millón es si contará con la oposición. El portavoz del Gobierno Vasco sí ve mimbres para ello. "Hay una buena disposición y voluntad de acuerdo para todos los grupos y avanzar en todos los ámbitos", señala. Uno de ellos puede ser el reto energético dadas las circunstancias actuales. "Estamos en un momento diferente a los conocidos antes. Todo el mundo en Occidente tendrá que modificar sus políticas y tomar decisiones sobre cómo generar energía, abordar reciclaje de desechos y desperdicios que deberían usarse para generar energía…una visión a largo plazo", afirma. 

"Seguramente hay una nueva circunstancia que hará que cambiemos prioridades y sea más fácil alcanzar acuerdos. Tengo esa esperanza", señala. 

Otro de los retos importantes es el educativo. Considera que seguimos en plazo a pesar de que no sea en otoño sino probablemente a finales de año cuando el consejo de Gobierno apruebe el anteproyecto de la nueva Ley de educación. Es momento, recuerda, para las alegaciones de la ciudadanía y de los agentes sociales y después se elaborará un nuevo articulado. La previsión es que Euskadi tenga nueva ley en 2023. 

Reconoce Bingen Zupiria que es muy difícil hacer pronósticos de cómo va a evolucionar la situación actual marcada por la elevada inflación en los próximos meses. Son muchas las incertidumbres que pasan entre otras por la guerra de Ucrania o por los efectos de la política 'covid cero' de China. En cualquier caso pide "no generar más alarma de la necesaria".