El Surne Bilbao Basket tiene hoy la segunda oportunidad de mostrar su nueva cara en el derbi ante el Bitci Baskonia en el Buesa Arena. Álex Mumbrú no desveló ayer sus planes, pero se supone que serán los mismos que la semana pasada ya que la apuesta por dotar de más físico y solidez al equipo no es cosa de un partido, sino que pretende alcanzar a más largo plazo. Con una semana más de entrenamiento, los hombres de negro habrán ganado mayor conjunción con las nuevas incorporaciones, pero el rendimiento que puedan dar hoy es una incógnita. Muchos de ellos no saben lo que es jugar en el recinto baskonista con público, "pero otros sí y ya les han informado de lo que nos podemos encontrar. Siempre es bonito jugar en Gasteiz con 10.000 espectadores y ese ambiente". Y es que desde hace cuatro años no se juega este derbi en el Buesa Arena con público.
La motivación debe ser máxima en las filas bilbainas porque su técnico advierte de que se van a encontrar un Baskonia que esta "a gran nivel" después de dos victorias recientes de mucha calidad. Neven Spahija está consiguiendo elevar las prestaciones ofensivas de su equipo en el juego posicional y eso resulta peligroso cuando se trata de una plantilla diseñada para imponer también un alto ritmo de juego. Para el Bilbao Basket, que quiere mostrar un perfil más agresivo y activo en defensa, será un reto frenar a un rival que está creciendo a partir de la calidad y versatilidad de Steven Enoch y el recuperado Matt Costello en el juego interior y del buen acompañamiento de Jayson Granger, el MVP de noviembre en la Liga Endesa, para respaldar a Wade Baldwin, cada vez más metido en su papel de director.
Será para la afición bilbaina la primera oportunidad de ver en acción a Khyri Thomas, un jugador que tiene que ocupar el sitio de Andrew Goudelock ya que la otra plaza de extracomunitario es de Jeff Withey, de quien también se espera un rendimiento mayor. También jugará sus primeros minutos Stefan Peno, que tiene la oportunidad de demostrar su valía mientras esté de baja Rafa Luz. Y Damien Inglis, tras su notable primera aparición ante el Valencia, ha llegado para añadir contundencia al juego interior, que hoy tendrá una prueba de movilidad ante un rival que suele utilizar a aleros en la posición de cuatro para abrir espacios. El objetivo es sumar al fin la primera victoria fuera de casa para afrontar con menos presión los tres duelos seguidos que afrontará el Bilbao Basket en Miribilla para cerrar el año.