Bizkaia

Bizkaia acusa la fuga de camareros por la precariedad del sector en la pandemia

Un camarero sin relación con la información sirviendo mesas en una terraza.

A la falta de médicos de atención primaria y pediatras, anunciada esta semana por la consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, se suma otra profesión que escasea en Bizkaia, la de los camareros y camareras. Una realidad que el propio sector achaca a la precariedad laboral por la que atraviesan quienes se dedican al mundo de la hostelería y que viene derivada de los azotes continuos del coronavirus.

El cierre de los locales por la pandemia y las restricciones obligaron a la inmensa mayoría de los empresarios a reducir personal y en casi todos los casos a sortear el chaparrón mandando a los empleados al ERTE. Esa situación, que se ha alargado en el tiempo, ha provocado la fuga de personal de la hostelería a otros ámbitos profesionales como el de reparto, el de la alimentación o incluso el sector de la construcción. "Antes de la pandemia ya existía una escasez de camareros, pero posteriormente la situación ha ido empeorando. Muchos se han pasado meses en ERTE y otros continúan trabajando a media jornada", explica el gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez.

Lo cierto es que en la Escuela de Hostelería de Artxanda se reciben a diario peticiones para solicitar tanto camareros como cocineros, pero la lista, sobre todo, de camareros, está a día de hoy vacía. "No hay día en que no recibamos peticiones tanto de hoteles como de restaurantes porque se necesitan cada vez más profesionales de sala y en Bizkaia no los hay. A los alumnos de la escuela siempre les digo que ser camarero es un valor en alza ahora mismo. Quienes se preparan para ello tienen trabajo seguro", relata la responsable de la bolsa de trabajo de la Escuela de Hostelería de Artxanda, Itxaso Ibarluzea.

Concretamente este miércoles un restaurante de Mundaka se ha puesto en contacto con la escuela de Artxanda para solicitar camareros y esta misma semana otro local de restauración bilbaino con estrella Michelin también ha realizado una solicitud, pero no hay mano de obra en el sector. "También nos han llamado para ofrecer trabajo en un hotel nuevo que van a abrir en Bilbao y no hay profesionales que ofrecerles ahora mismo", insiste la responsable de la bolsa de trabajo en la escuela de Artxanda.

ERTE EN LA HOSTELERÍA

Los ERTE en la hostelería han llevado a muchos profesionales a cambiar de trabajo y dedicarse a profesiones que poco o nada tienen que ver con la hostelería y que en la inmensa mayoría no tienen retorno. "Toda esa gente ya no vuelve. La de camarero o cocinero es una profesión cien por cien vocacional, pero no olvidemos que también sacrificada. Encuentran otro trabajo con un mejor horario y ahí se quedan", dice Ibarluzea.

A medida que el coronavirus ha permitido que la hostelería en Bizkaia fuera recuperando sus ritmos, muchos de los profesionales se han podido incorporar a sus puestos de trabajo. Sin embargo, casi dos años después del comienzo de la pandemia, hay quienes todavía continúan trabajando a media jornada. "La escasez de camareros no es porque los sueldos sean bajos, todo lo contrario. El convenio de hostelería de Bizkaia es bueno. Lo que sucede es que muchos siguen en ERTE y otros, en jornadas reducidas. La incertidumbre por la pandemia no ayuda nada. Si el coronavirus va mal, la hostelería va mal", afirma.

De hecho, esta situación ha llevado lamentablemente a que muchos buenos profesionales en Bizkaia hayan decidido dar un giro a sus carreras y dedicarse a otros trabajos, lejos de las barras de los bares y de las salas de los restaurantes. "Ahora mismo no hay buenos camareros. En estos momentos eso sí que escasea totalmente. Conozco a uno muy bueno que, después de permanecer en ERTE meses, ha encontrado un trabajo en una empresa de jamones y, a pesar de lo bueno que es como camarero, ha dicho que no renuncia a tener los fines de semana libres. Quien está en hostelería sabe a qué hora entra, pero muchas veces no sabe a la hora que sale", explica.

DEFENSA DEL EMPLEO

Teniendo en cuenta la situación "complicada" por la que atraviesa la hostelería en Euskadi, las nuevas ayudas al sector anunciadas este martes por el Gobierno vasco y que están dotadas de 22 millones de euros se centran, entre otros aspectos, en la defensa del empleo. Así, desde Lakua buscan que sean lo más equitativas y justas y defender el empleo de calidad, así como el mantenimiento de los puestos de trabajo.

El sector de la hostelería de Bizkaia valora "positivamente" las nuevas ayudas, aunque reconoce que todo es poco, debido a la situación por la que atraviesa el sector vasco. En este sentido, el gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez, considera que las ayudas han llegado con rapidez, en menos de un mes, y que, sin duda, es un buen "empujón" para continuar adelante mientras que el covid no siga dando tregua a la hostelería con las restricciones.

Sánchez asegura que, a diferencia de en otras ocasiones, el Gobierno vasco ha respondido en esta con celeridad a la petición de la hostelería. El decreto de restricciones fue el 28 de diciembre y un día antes el sector se reunió con el Gobierno para tratar el tema de las ayudas. "Hay que valorar su buena disposición a establecer las compensaciones y las ayudas", destaca.

Por otro lado, con respecto al ocio nocturno las ayudas son importantes y hay que valorarlas de manera positiva porque se acercan a las cantidades que se habían planteado como compensatorias. "Las ayudas para el ocio nocturno son correctas, aunque siempre se puede esperar más", manifiesta. Sin embargo, según explica Sánchez, les habría gustado que las ayudas a la hostelería en general hubieran sido superiores, porque se han quedado cortas, pero el presupuesto que existía no daba para más. "Las ayudas siempre son bienvenidas, pero lo que deseamos es recuperar la normalidad y que las restricciones impuestas desaparezcan. Ese es nuestro mayor deseo ahora mismo", concluye Sánchez.

27/01/2022