Más salidas que entradas. El primer fin de semana sin limitaciones perimetrales animó ayer a muchos vizcainos a salir del territorio mientras las reservas en los hoteles de la capital así como la ocupación en las casas rurales tras el estado de alarma se sitúan en torno al 30 y 40%, cifras muy inferiores a las que se vivieron en 2019. Termibus recuperó una imagen inédita hace unos meses con una estación saturada de gente dispuesta a evadirse a sus segundas residencias en La Rioja y Cantabria fundamentalmente. Mientras, el turismo en Bilbao comienza una carrera de fondo con las miras puestas en los meses de julio y agosto.
El pasado domingo Euskadi cruzó la muga a las localidades colindantes, pero con solo un día de margen para el disfrute las salidas fueron hasta más comedidas de lo esperado. Fue, sin embargo, un anuncio de lo que ya se esperaba para este fin de semana. Si una imagen vale más que mil palabras, la de la estación Intermodal de ayer a la tarde en Bilbao refleja las ansias de la población por recuperar la normalidad en el primer fin de semana sin límites perimetrales. La desbandada fue tal que incluso hubo compañías de autobuses que tuvieron que reforzar la flota para poder atender la gran demanda de viajeros. La línea que conecta con Madrid añadió cuatro autobuses más y también la compañía que transporta pasajeros a La Rioja tuvo que reforzar el número de vehículos. Muchas familias decidieron cogerse el viernes libre para alargar este primer fin de semana después de un año de confinamiento municipal.
"Hace un año que no vamos a nuestra casa de Ezkaray así que tenemos que echar un vistazo y poner todo en condiciones para empezar a disfrutar todos los fines de semana", señalaron Ana y Andoni que ayer a mediodía ya estaban en La Rioja. Para muchos jóvenes estudiantes fue el día de desplazarse a Madrid a reencontrarse con compañeros que están cursando Erasmus.
Otros llegaron
Bilbao y otros pueblos de Bizkaia también recibieron visitantes aunque el turismo de la capital está aderezado de otros condicionantes como congresos y eventos que todavía no se encuentran a pleno rendimiento por lo que no se puede hablar de "auge". Álvaro Díaz-Munio, presidente de la Asociación Destino Bilbao, apunta que las ocupaciones en general no superan el 35% frente al 80-90% del año 2019 en términos generales.
Díaz-Munio considera que la recuperación no llegará hasta 2023 porque "nuestro turismo es diferente al de otras comunidades". De hecho, señala que todavía hay once hoteles que no han podido abrir por las circunstancias del mercado. "Con estos datos tampoco podemos pensar en estrategias de mercado". Iñaki Etxeguren, del Hotel Ercilla, señala que "se nota cierta mejoría pero hay que tener en cuenta el punto de partida". Etxeguren tiene las miras puestas en los meses de verano e incluso para final de año, fechas para las que hay reservas que le hacen pensar en el futuro con más optimismo, sobre todo porque "hay que tener en cuenta que no estamos trabajando con todos los elementos de mercado porque necesitamos un turismo congresual, un operativo en el aeropuerto funcionando a pleno rendimiento... que no va a ocurrir de un día para otro". Por eso, opina que "es una carrera de fondo en la que ya vemos una ligera mejoría pero todavía nos queda mucho por hacer".