Un episodio de la temporada 6 de 'Black Mirror' titulado 'Joan es horrible' ha generado angustia y miedo entre los usuarios de Netflix, que se han visto obligados a revisar los términos y condiciones del contrato de uso con la plataforma.
'Black Mirror' es una de las series más exitosas de los últimos años, y cada vez que estrena una nueva temporada no puede evitar convertirse en trending topic. Creada en 2011, la serie critica la dependencia que la sociedad tiene con la tecnología y alerta de los peligros de la misma con sus historias de 60 minutos.
Protagonizado por Salma Hayek, el episodio inicial de la séptima temporada que ha generado tanto miedo es, ante todo, cómico. 'Joan es horrible' parodia y critica a partes iguales a Netflix, plataforma en la que se emite la propia serie. Y es que lo más curioso de todo es que Netflix ha aceptado y dado el consentimiento para la emisión del capítulo que ha provocado la inquietud entre los fans de la serie.
El capítulo que obliga a los usuarios a comprobar su contrato
El capítulo presenta a Joan, -Annie Murphy-, una joven normal y corriente que un día se sienta en el sofá y entra en Strawberry, -una supuesta Netflix-, para buscar algo que ver. Tras ojear el catálogo, se encuentra con una serie sospechosamente enfocada en su vida, protagonizada por Salma Hayek. Lo que de primeras parecen un par de coincidencias, la serie poco a poco empieza a parecerse demasiado a lo que hace cada día, y es que una IA ha recopilado los datos de Joan y ha creado una serie sobre su vida.
La joven Joan decide demandar a Strawberry por utilizar sus datos, pero descubre que no hay solución, ya que el día que se suscribió a la plataforma, aceptó los términos de servicio sin leerlos, por lo que cedió los derechos de imagen a la compañía.
Esto ha provocado que una avalancha de usuarios hayan ido a leer los derechos de privacidad en los términos del contrato que tienen con Netflix.
Como suele pasar, el mensaje que ha querido transmitir 'Black Mirror' no ha sido ignorado, y a raíz de ello más usuarios leerán de arriba a abajo las condiciones de un contrato. O, al menos, lo harán hasta que se olviden y aparezca otro problema.
Los peligros de la tecnología
Charlie Brooker, el creador de la serie, declaró recientemente que "la serie no dice que la tecnología sea mala, sino que la gente está j*dida", centrándose más en la fiebre que genera la tecnología en las personas y los actos que estas llevan a cabo en consecuencia de ello.
Los avances tecnológicos son necesarios para la evolución de la sociedad, pero los actos de las personas y el mal uso que se le da a la tecnología puede convertir esa evolución en un retroceso. Eso es lo que muestra 'Black Mirror', que lo ha vuelto a hacer con 'Joan es horrible'.