La reunión mantenida ayer por Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoó ha abierto una esperanza a que PSOE y PP se decidan de una vez por todas a llevar a cabo una negociación real en torno a la renovación de los principales órganos del Poder Judicial. La situación es insostenible y más si cabe tras la dimisión presentada y anunciada ya hace semanas por el hasta ahora presidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes.
Una situación de bloqueo que dura cuatro años y que los juristas y expertos en Derecho Constitucional consideran del todo inaceptable. "Es una crisis institucional inédita y de enorme gravedad", opina el catedrático de Derecho Internacional Privado de la UPV-EHU Juanjo Alvarez. Cree que a estas alturas apelar a la responsabilidad de los dos principales partidos españoles es "casi un canto alegórico" y lamenta que se haya "colonizado" a través de las formaciones políticas el órgano cuyo objetivo es garantizar precisamente, la independencia del poder judicial.
“ El sistema quiebra de raíz desde el momento en que el órgano encargado de la independencia se configura atendiendo a la ideología de sus integrantes. Es un oxímoron democrático. ”
Para Juanjo Álvarez no depende tanto de la personalidad de los que van a sentarse a negociar sino de que es el CGPJ el que decide quien presidente la Audiencia Provincial de turno o una sala del Supremo y lamenta que esos nombramientos dependan del mayor poder conservador o progresista.
¿Es necesaria una reforma de la Constitución?
Preguntado por la posibilidad de llevar a cabo una reforma constitucional, el catedrático de Derecho Internacional Privado no lo descarta si bien cree que incluso no sería necesario. "Igual que hay 36 miembros que son potenciales destinatarios de esos 12 vocales, ¿por qué no incluimos más de 36 y hacemos un sorteo por bolas?", se pregunta y subraya que es lo que se hacía en la antigua Grecia.
Aún así si hubiera reforma de la Constitución, tiene claro que "suprimiría lo de poder" del poder judicial. "No es un poder, es el menos poder de los tres. Y además debiera actuar como contrapoder, no lo hace porque está politizado. Si hubiera reforma debería ir más lejos", remarca.
Y es que la política ha colonizado también los contrapesos del sistema. "Están colonizados por el partido que gobierna en esos momentos", afirma. En su opinión es "tremendo" que hablemos en términos de conservador o progresista cuando hablamos del órgano de los jueces o del papel que desempeña el Tribunal Constitucional. Insiste Juanjo Alvarez, no se pueden resolver problemas jurídicos con argumentos políticos. "Que el aborto o cuestiones así dependan de la ideología de los que están al frente del Tribunal Constitucional es tremendo porque socava los cimientos de la justicia. Los dos grandes partidos deberían de aceptar que no procede", señala.
“ Los jueces dicen que ir a Madrid es ir a 'marmolear'. Ir a hacer pasillos. Es tremendo. Es lamentable. ”
Juanjo Alvarez no esconde que la situación de bloqueo que estamos viviendo le "abochorna como jurista y como ciudadano" y que lo mismo les ocurre a los jueces que ejercen su labor "con independencia". "Me parece que una democracia con una justicia politizada no tiene cultura democrática. Igual los ciudadanos no lo hablan en el tranvía pero es importante", destaca.
"Hay elementos que debe ser saneados democráticamente y es una revolución en lo jurídico y judicial pendiente todavía", concluye