El hiperrealismo es la pintura que persigue a la fotografía. El ojo, en ocasiones, es incapaz de discernir entre el óleo y el papel fotográfico por la perfección de los trazos. Esa técnica que asombra por su parecido con la realidad comienza con los bocetos, que tienen a ser tímidos hasta que adquieren personalidad y vida. El Tour de Francia, la carrera que todos quieren ser, es la gran foto, la realidad que disecciona el tuétano del ciclismo. La Grand Départ de la carrera francesa se asentará en Euskadi en 2023 a través de la gran puerta de Bilbao. Las tierras vascas acogerán tres etapas del Tour. Una netamente vizcaina, una con conexión alavesa y otra con acento guipuzcoano. Días de fiesta.
El secretismo rodea al recorrido de la carrera francesa. Se desconocen qué arterias festonearán el trazado del Tour por Euskadi. La Vuelta, competición auspiciada por ASO, del próximo año también contará con tres jornadas vascas en el trazado. Será un boceto del Tour. Servirá a modo de test, de ensayo general, aunque no coincidan los recorridos. "Podemos inspirar al Tour", comentó Javier Guillén, director de la Vuelta.
La carrera española será la espoleta para la explosión de luz del Tour. Utrecht, en los Países Bajos, subirá la persiana con una crono por equipos el 19 de agosto, donde se disputarán los primeros tres días de competición. "Seguro que hay nervios", dijo Mikel Landa. La Vuelta, que finalizará el 11 de septiembre en Madrid, se adentrará en Euskadi a través de Vitoria-Gasteiz. Desde la capital alavesa se coserá Laguardia por los parajes que esculpen las vides de la Rioja Alavesa. Los altos de Opakua y Herrera marcarán la jornada, de 150 kilómetros.
La quinta etapa pespuntará desde Irun, salida de la Vuelta de la pandemia, la de 2020, y enlazará con Bilbao previo paso por El Vivero, el alto que enalteció el sueño de Igor Antón en la Gran Vía en 2011. "Es un terreno duro, sin descanso", expuso Landa. El Vivero se subirá en dos ocasiones. El Balcón de Bizkaia, Morga y Gontzagarigane dejarán huella anteriormente en una jornada que se presupone eléctrica.
Bilbao, que en 2023 será el núcleo del Tour, sede la Grand Départ, acogerá la salida de la siguiente jornada, que trasladará la carrera a Cantabria, a la cima del Pico Jano, una cumbre inédita de las cinco que sumará la carrera española, que contará con nueve finales en alto. "En esta etapa seguro que habrá alguna diferencia entre los de la general. Es un terreno exigente", analizó el escalador alavés. Camargo y Cistierna componen la siguiente jornada.
La Vuelta visitará después Asturias, un territorio dinamitero que barrenará las voluntades con la subida al Collado Fancuaya. La cima remata una etapa de cinco puertos el octavo día de competición. Al día siguiente aguarda la ascensión a Les Praeres en otra etapa que suma cinco altos en el recorrido y termitas en las piernas. Tras la jornada de descanso, que conlleva un traslado hasta Alicante, surge la crono individual de 31 kilómetros entre Elche y Alicante, un escaparate para los especialistas. El Cabo de Gata aguarda en la 11ª etapa de la carrera. La subida a Peñas Blancas, con un añadido de cuatro kilómetros para endurecer las ascensión hacia Los Reales, exigirá a los de la general una jornada después. Un puerto largo, de 20 kilómetros.
Ronda y Montilla se vinculan un día más tarde en una jornada de transición. La montaña retorna con el final de la Sierra de La Pandera, un alto de los que aprietan los pulmones en una Vuelta que para entonces, pesará. La última semana de la carrera española abrazará la cumbre de Sierra Nevada. Antes, aguardará el Purche. El tercer día de descanso abre un final con querencia por el esprint en Tomares. El Monasterio de Tendudía tras subirse el puerto desde el municipio de Calera de León con desniveles de hasta el 15% en Extremadura es otro de los paisajes que la Vuelta explorará por primera vez.
También llegará al Piornal, el punto más alto de la provincia cacereña como clave de bóveda de la siguiente jornada. El Piornal se subirá en dos ocasiones entre el calor y la fatiga de los últimos días de competición. Talavera de la Reina, en circuito, será el anunció para la batalla definitiva antes de encararse con Madrid. El puerto de Cotos, en la Sierra de Guadarrama, tachonada de subidas clásicas como Navafría o La Morcuera, dará carpetazo a la carrera antes del paseo triunfal entre Las Rozas y Madrid, donde finalizará la Vuelta, un boceto del Tour.