El discurso de Alberto Núñez Feijóo ha experimentado el enésimo giro en las últimas horas. Ha pasado de avisar al Tribunal Constitucional de que aceptar la amnistía de los implicados en el referéndum catalán sería “romper el Estado de Derecho”, a lanzar un mensaje de confianza en el aparato judicial e incluso anticipar una reacción que tumbará la ley que pacten el PSOE y Junts. El presidente del PP y candidato a una investidura que se prevé fallida dejó caer ayer domingo en La Razón que “los mecanismos en un Estado de Derecho pueden tardar más o menos en funcionar, pero funcionan”, y citó expresamente los mecanismos del “Tribunal Supremo para reaccionar”, precisamente en un momento en el que se especula con que los jueces del Supremo o el propio instructor Pablo Llarena eleven una cuestión de inconstitucionalidad al TC o al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En ese contexto, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, arremetió ayer contra el “lapsus” de Feijóo en esa entrevista, donde “se atreve a hablar en nombre de los jueces” y anticipar que habrá una reacción. “¿Tiene esto algo que ver con que lleve bloqueando la renovación del poder judicial cinco años?”, lanzó el ministro de Pedro Sánchez.
En un momento en el que ni siquiera se conoce cuál sería el contenido de esa ley, el PP está anticipando ya las reacciones que puede haber a nivel judicial, pero también “moral, ético y electoral”, en referencia al castigo que podría recibir Sánchez en las urnas en las europeas del año que viene, y en las gallegas y vascas. “Frenaremos ese acuerdo de impunidad para el independentismo, si llega a confirmarse”, remató Feijóo. En paralelo, ayer mismo tuvieron lugar concentraciones en distintas ciudades, como Madrid o Santander, convocadas de manera “espontánea” a través de las redes sociales y al margen de los partidos, según sus participantes. Exigieron no aprobar una amnistía y encarcelar a Puigdemont entre banderas rojigualdas y gritos contra Sánchez.
Bolaños, por su parte, participó en un acto en Alcorcón en el que se burló de las “profecías” del PP sobre la ruptura de España y avisó de que su credibilidad es “cero”, porque también había vaticinado una profunda crisis económica después del verano, que la vacunación del covid se alargaría cuatro años o que el paro iba a crecer por subir el salario mínimo. Según Bolaños, “tienen la misma credibilidad que cuando afirman que son de centro y son moderados y no van a pactar con Vox y con la ultraderecha”.
Volvió a cargar contra las “cinco semanas de parálisis” hasta su investidura fallida los días 26 y 27 de septiembre. Incluso lo avisó de que bastante tiene con ser líder de la oposición, porque “más bien es el líder provisional, en tanto en cuanto los que deciden en el PP quieran mantenerlo o quieran poner su nombre al lado de Casado en esa lápida que tiene Génova 13 de los líderes a los que ha lanzado por la ventana”.
Según dijo, las profecías del PP nunca se han cumplido y no lo van a hacer ahora porque “España está cada vez más unida y cohesionada, gracias al diálogo, reconstruyendo lazos entre personas y garantizando que en Catalunya se van curando las heridas de aquella fractura tan terrible de 2017”.
El PPy Sumar
Por otro lado, después de que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, declinara reunirse con Feijóo y ofreciera a la portavoz parlamentaria Marta Lois, el PP ha propuesto en una carta enviada a esta representante una cita con el secretario general del grupo del PP, Carlos Rojas García, este martes. El enredo sigue, y Cuca Gamarra le afea que sí tenga tiempo para reunirse “con un prófugo”, en alusión al expresident Puigdemont.
PROPUESTA DE ASENS
ZAPATERO, EL MEDIADOR
Entre Puigdemont y Sánchez. El exlíder de Unidas Podemos en el Congreso Jaume Asens dio la sorpresa ayer al proponer que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero sea el mediador o verificador que piden los soberanistas en las negociaciones entre el expresident Carles Puigdemont y Pedro Sánchez. En declaraciones a eldiario.es, Asens se refirió a las reclamaciones planteadas por el expresident catalán, que quiere que se verifique el cumplimiento de los acuerdos. Asens le quitó hierro y dijo que la clave es encontrar “la figura o el equipo que dé confianza a ambos lados”, ya que “en toda negociación puede ser útil alguien que dé fe”. A su juicio, Zapatero “tiene una imagen y una legitimidad que se ha ganado a pulso en los últimos tiempos”, y una visita a Puigdemont ayudaría al diálogo.